Gráficos
Comienzo poniéndote el gráfico del edredón negro y blanco. Si te fijas bien en él, podrás ampliar o reducir cuanto desees. Yo quería una manta de sillón que me cubriera bien y no tener que andar peleando, si me tapo el hombro que no se salga un pie. ¡Manías de friolera en Fuerteventura!
Edredón negro y blanco
El mío tiene una fila de cruces más igual a la primera. Es decir, en total son 5 filas, con 6 cruces en las impares y 5 en las pares.
Ahora te subo otro gráfico que te ayudará aún más.
Edredón negro y blanco por piezas
Este es el desglose por piezas de nuestro trabajo. Como puedes ver, lo dividimos por tiras horizontales. Y es precisamente de esta manera como lo vamos a coser.
Si te fijas bien en los dos gráficos puedes adaptarlo a tus necesidades, haciendo más menos cruces. Por supuesto, también puedes optar por hacerlas en diferentes colores o distintos tonos dentro de un mismo color. El patchwork es imaginación y este es un buen ejemplo para poner en práctica todo aquello que pasa por nuestra mente. ¡Prueba!
Cortar y coser
Por delante nos queda un gran trabajo de cortar y coser telas. Hazlo con paciencia porque son muchísimos trozos.
Empezamos por el corte. Este trabajo lo haremos en pulgadas. Y las medidas son las siguientes:
Cuadrados blancos: 3.5 x 3.5 pulgadas
Rectángulos blancos pequeños: 3.5 x 6.5 pulgadas (son los que están en la tira central de la fila par)
Rectángulos blancos grandes: 3.5 x 9.5 pulgadas
Cuadrados negros: 3.5 x 3.5 pulgadas
Rectángulos negros: 3.5 x 9.5 pulgadas Cortamos las telas
Agrúpalos por tamaños y comienza a coser con mucha calma. Te preguntarás por qué tanta cautela. La respuesta es fácil. Con la emoción me puse a coser a toda velocidad y mis cruces… ¡ay mis cruces! parecían diagonales. ¡Qué horror! No se cómo pude olvidar que las telas algunas veces están vivas y este es un caso muy claro.
La explicación es sencilla. Como te conté cuando hicimos los nine patch, las telas pueden ceder o no, según las coloquemos. Yo tuve que utilizar distintos trozos que tenía apartados para otros proyectos, así que las corté según me convenía para aprovecharlas mejor. Eso hizo que algunas telas cedieran y otras no, por lo que los ‘palitos’ verticales de las cruces no coincidían.
Pero… ¡que no cunda el pánico! Te voy a explicar una forma muy sencilla de hacerlo y verás que te quedará perfecto.
Ensamblando el edredón negro y blanco
Une piezas por filas, de forma que obtengas tres tiras por cada fila de cruces. Una vez las tengas empieza a unir la parte superior con la inferior, pero antes plancha bien cada una de las tiras dejando las costuras hacia la tela negra.
En el caso de las dos primeras tiras que forman las cruces, haz una marca en el centro y pasa un alfiler. A continuación haz lo mismo en los extremos y en distintos puntos para lograr que no se muevan las telas. El resultado que obtenemos es este.
Resultado de unir las dos primeras tiras
¿Cómo evitas que las cruces no queden rectas al unir la siguiente tira? En esta misma posición sitúa derecho con derecho la siguiente tira y asegúrate de emparejar las costuras verticales.
Colocamos la tercera tira sobre las anteriores
Empareja las costuras horizontales
Por último, fija con alfileres. Hazlo siempre para que no se muevan las telas.
Sujetar las uniones con alfileres
¡Ya tienes una fila de cruces!
Ahora solo tienes que repetirlo tantas veces como filas tengas. Y lo mismo harás a la hora de unir unas filas de cruces a otras. Fijando bien y tomando distintos puntos de referencia para que la tela no se mueva.
El resultado después de muchas horas de costura es este. Ahora toca buscar una trasera y un bies. Creo que me decantaré por el rojo para darle un toque de color y romper con tanto negro y blanco. ¿Qué te parece?
El top del edredón negro y blanco terminado
Otra perspectiva del top terminado
Me ha encantado hacer este edredón negro y blanco o como mis padres, Don Francisco y Doña María Jesús, han decidido bautizarlo: “Cementerio de Arlington” ¡Menos mal que me lo tomo con filosofía! Lo cierto es que desde hacía mucho tiempo me apetecía hacer un trabajo así y cada vez que lo veo me gusta más.
Espero que te guste tanto como a mí.
¡Nos leemos pronto!
Besos costureriles.