Como os comentaba en mis propositos para este año, uno de ellos era ponerme con la máquina de coser...Y le ha llegado el turno ahora!!!
Así que estoy en plena fiebre costurera cosiendo todo lo que se me pone por delante...es súper divertido...
La verdad es que he empezado por algo sencillito, por un cojín de esos que no llevan cremallera, para no liarla demasiado y estoy encantada con mi súper cojín.
El otro día compré tela barata básica en Ikea para practicar y se me ocurrió hacerme uno de esos cojines nórdicos de cruces negras que se ven tanto..
Igual pensais que ya están más vistos que el tebeo pero tenía ganas de un cojín de cruces hecho por mí. Bueno, he de reconocer que mi primera idea era hacerme un cojín DIY de pinitos negros, pero el de cruces lo vi más fácil. (Pero...todo se andará)
Por internet seguro que encontráis miles de tutoriales para hacer un cojín de cruces nórdico: usando una patata como sello... y más que debe de haber.
Yo lo he hecho mediante una plantilla que hice en una cartulina de tamaño 10x10 y como no tenía pintura de tela de color negro ni nada que se le pareciera, pues he utilizado esmalte satinado de color negro..Sí, de ese de pintar muebles (menudo sacrilegio!!)
Pero pensé que el esmalte es muy resistente al agua una vez seco así que podía funcionar...Y lo hace!!! Hice una prueba en un pedazo de tela para ver que tal resistía al lavado y por ahora está totalmente fijo y sin correrse ni quitarse...
Lo primero es cortar la tela que vamos a necesitar y decidir la parte en la que vamos a realizar nuestro estampado de cruces. Yo usé el interior de un cojín antiguo que quería renovar así que me tuve que adaptar a sus dimensiones.
Básicamente necesitamos un rectangulo que sea de alto como nuestro cojín más unos centímetros para las costuras y de ancho unas 2,5 veces el ancho del cojín, para que no necesitemos cremallera.
Una vez tenemos el trozo de tela a estampar...
El proceso consiste en fijar la plantilla a la tela con cinta de carrocero e ir pintando con cuidado el interior de la cruz. Luego despegamos con cuidado y pintamos la siguiente cruz siguiendo una simetría.
Al principio no se me dio muy bien y se me salía un poco la tinta...luego le cogí el tranquillo y me quedaron mejor. El truco es presionar suavemente con la brocha tipo esponja impregnada en pintura.
No os preocupeis si algunas cruces están un poco churras ya que luego con un pincel fino y paciencia las podéis arreglar. Es cuestión de ensancharlas un poco y casi ni se nota.
Fijaros este ejemplo:
Antes:
Despues del "retoque":
No está mal, ¿verdad?
Una vez hechas todas las cruces negras y retocadas las dejamos secar bien. Yo las dejé hasta el día siguiente por si acaso para que no se manchara la tela de pintura si no estaba bien seca.
Y pasamos a coser!!!
Vamos a colocar nuestro estampado en el centro y doblamos los costados uno encima del otro. Luego cosemos por los laterales, como podéis ver en este tutorial.
Y aquí el resultado...tachán!
El cojín por detrás, sin cremallera como os decía...
Y esta es la prueba que os comentaba de la pintura en la tela...
No veáis lo orgullosa que estoy de mi cojín, así que os animo a hacer uno también, si no tenéis máquina lo podéis hacer a mano, aunque lo de la máquina de coser me encanta...