Desde que la bondadosa Ysne me acogió como compañera de Porcela fría en sus publicaciones, me he enfrentado con numerosos retos, como la temblorina de mi mano, mi poca paciencia, mi ceguera, ansiedad y lo mal que me ha salido la masa. He puesto especial cuidado tratando de mejorar día a día la receta, y ahora les comparto mis avances.
Antes de entrar en detalles, les recomiendo pasar a visitar a mi compi Ysne, como saben esta es una colaboración entre las dos, donde ella les va a ensañar a hacer a una preciosa Virgencita como esta:
Primero que nada los ingredientes para la masa. He de decir que esta es como la quinta vez desde que colaboro con Ysne que la hago, así que creo que ya le estoy cogiendo el truco.
Necesitamos tener a la mano dos trastes de plástico, una cacerola y una cuchara.
1 taza de maicena, aproximadamente son 110 gramos.
1/2 taza de agua purificada (usen la misma que la de la maicena).
1 cucharada sopera no muy copeteada de crema solida, yo usé Tetrical con lanolina y no es anuncio, pero en esto la marca importa. También añadí media cucharada de crema Dove que es más ligera.
1/2 cucharada de formol, que sirve para que la masa no se eche a perder, aunque en muchos sitios no se vende, si no la encuentran simplemente no la incluyan. Pero si sí la tienen en casa úsenla con precaución y traten de trabajar en lugares con buena ventilación a la hora de la cocción de la masa, sobre todo, no inhalen el vapor que sale, porque lloran los ojos.
1/3 de taza de pegamento blanco, esta siempre la coloco sin medida exacta, pero es poco menos de un tercio de taza, no importa la marca.
Primero hay que mezclar todos los ingredientes en uno de los recipientes de plástico y tratar de que no queden grumos, pero no importa si hay alguno. Después ponemos al fuego. Aquí extremo cuidado, sin distracciones, tarda en estar como 3 minutos máximo y requiere que se menee constantemente, no descuidarse ni distraerse ni por un momento. Les decía, se pone al fuego y se remueve constantemente, pronto se comenzará a secar, apartamos del fuego cuando aún se vea ligeramente húmeda, con el calor del recipiente se terminará de secar. Si la retiran del fuego cuando ya esté completamente seca se habrá pasado de cocción y la masa se agrietará al trabajarla. En cuanto la aparten del fuego y sin dejar reposar ni un minuto la trasladan al otro recipiente de plástico para que el mismo calor del recipiente no la seque de más. Cuando esté tibia o soporten tocarla, se ponen mucha crema en sus manos y la baten para que coja su consistencia de masa, lisita y uniforme. Luego pueden pintarla con oleo o acrílico. La mía esta ocasión quedo algo pegajosa porque me excedí de pegamento, pero al momento de amasarla con la pintura quedo perfecta. Si después de esto todavía notan que su masa esta más pegajosa de lo que les gustaría, amasen con unas gotas de crema, Tetrical de preferencia.
Ya que tenemos la masa procedemos a trabajarla. Ysne propuso el tema de La Divina pastora, yo no la conocía y siempre me ha dado miedo hacer imágenes religiosas, porque siento que mi habilidad no da para hacer un buen trabajo, pero lo intenté con todo cariño siguiendo los pasos que ven a continuación en las fotos.
La verdad es que al comienzo no tenía mucha idea de qué hacer, pero luego pensé en colocar mi imagen sobre un porta lápices, pero como no encontré un botecito de madera, usé una maceta de barro muy bonita que compré en el mercado. Fue haciendo mi imagen sobre la maceta directamente, colocando entre cada pieza pegamento blanco, lo mismo que sobre la maceta. Lo que más me había gustado es la falda de su vestido, parecía tener plumas. También me ha gustado hacer rizos. Y lo que peor me había salido era el manto, que no había forma en que luciera bonito, desastre total gracias a mis dedotes.
Lo pinté y le puse sus detalles para dejarlo secar. Hasta aquí estaba en general conforme con la pieza, porque al menos parecía una pastora, pero no me gustaba su sombrero que más que de pastora parecía de marinero y mi ovejita que parecía un perrito melenudo.
Después de toda la noche secó, y aunque la masa en general estaba bastante bien, hubo algunos desperfectos que reparar, debido a que encogió un poco en sus proceso de secado y cada pieza se movió a donde pudo. En general lo que hice, fue poner un par de rizos más en su cabeza, ya que como se encogió la masa quedaron más delgados y se veían algunos huecos. El dichoso manto que no me había gustado, amaneció algo agrietado porque una parte estiro para arriba y la otra hacia abajo. Y lo mismo paso por el vestido en la parte de la cintura. Le puse un poquitín de masa para tapar estos desperfectos. Al borreguito y al niño Jesús se le había caído la cabeza, pero les puse una gota de pegamento y se solucionó. La textura de la piel del borreguito se perdió un poco, por lo que mejor le puse unas bolitas de masa.
Y esos fueron los arreglos. Luego pinté con óleo algunos detalles como las flores y después de que se secara (o casi porque soy muy ansiosa) le di una capa de barniz a toda la maceta, sin embargo, la parte donde se mancho de pegamento blanco, tomó un color diferente, aunque sí se barnizó.
Así es como queda, en general estoy muy satisfecha con el resultado. ¿Qué opinan? Recuerden que en el blog de mi compañera Ysnelda Solano, van a poder encontrar un verdadero (y más breve seguro) tutorial sobre cómo hacer una medalla en forma de La Divina Pastora que pueden usar para dar como regalo en cualquier ocasión especial, como un bautizo, Primera Comunión, o incluso una boda, ¿les gusta la idea?
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