He disfrutado cada momento y cada actividad, pero esperaba con muchas ganas el taller de bolillos que impartía Ana Isabel Madrigal del Costurero de mi abuela. La conocía de verla en su puesto durante el encuentro de bolillos de Gandia del año pasado y de facebook.
Eramos 3 personas en el taller: Rosario, Alice y yo. Ellas no tenían ningún conocimiento de bolillos y Alice nos sorprendió a todas por su rápida captación.
También nos hablo de su granja de Alpacas (Alpacas del Alto Pas) y de las diferentes calidades de lana que produce. Ana enseguida se ilusiono con proyectos de bolillo en los que poder utilizar la lana de alpaca. Esperamos recibir información por parte de Alice de una feria que realizaran en Noviembre en la que habrán talleres y un concurso de prendas fabricadas con lana de alpaca. Seguro que Ana ya esta trabajando en la prenda que va a presentar y que de momento sera secreto.
Volviendo al taller... el objetivo era hacer una pulsera en encaje ruso incorporando abalorios. La mía quedo a medias porque la verdad es que hable mas que trabaje. Aprendí mucho de Ana porque "cada maestrillo tiene su librillo" aunque yo he tenido la suerte de tener a buenas profesoras siempre se aprenden cosas.
Estos dos bolillos que os he puesto son un regalo que nos hizo Ana.
Después de despedirnos del taller con las pulseras a medio hacer, nos preparamos para la cena que en este caso iba a ser en Pejanda y muy especial. Asistimos a una cena "hila".
Como siempre la comida estupenda y acompañada de un buen vino. Después de cenar, se encendieron las velas de cera natural que estaban distribuidas por las mesas (una vela por persona), las mujeres cogieron sus ruecas y husos e hicieron un corro poniéndose a hilar, y por supuesto sonó la música típica... todo ello con la luz únicamente de las velas.
Celia, que es una señora muy simpática nos demostró sus habilidades en el baile, el hilado y tocando la pandereta. ¡Que energía tiene esta mujer! Y su compañera aunque no bailo, también nos mostró que no ha perdido habilidad con el hilado y la pandereta. Esta feo decir la edad de una mujer pero os diré que las dos han pasado los 80. ¿A que no lo parece?
No era solo música sino que Miguel Cadavieco además de deleitarnos con el rabel y la bandurria nos canto coplillas (mas o menos picaras) y romances. Desde luego tiene una capacidad para improvisar letras que no os podéis imaginar. ¡Que talento!
Aquí os dejo unas muestras para que juzguéis vosotras mismas. Eso si como la luz era de velas la imagen no es nada buena.
Al terminar, os podéis imaginar a que horas, me despedí de Ana haciendo ya planes para volver en unos meses. Si es que nos apuntamos a todo, jajajaajaja
El martes era mi último taller y día en Lombraña. Sí queréis saber lo que hice el último día no os perdáis mi próximo post... "De vacaciones en Polaciones (V)