Muchas veces encontramos en los desvanes y trasteros auténticas joyas para el hogar. Se trata de muebles u objetos de decoración que no reutilizamos porque se han envejecido con el paso del tiempo y es necesario restaurarlos. Un ejemplo es el espejo, esencial en las casas por su funcionalidad. Este complemento ofrece un aire especial a los hogares, ya que multiplica la sensación de espacio. Restaurar un espejo antiguo no es tan complicado y, además, es barato -menos de 15 euros en material- . Sólo tienes que seguir estos pequeños consejos:
- Primero retiraremos la suciedad y el polvo acumulados con un poco de algodón empapado en una mezcla de agua y detergente neutro. Frotaremos con especial insistencia en los recodos y huecos donde es más frecuente la acumulación de polvo. Con un trapo secaremos las superficies humedecidas.
- Cortamos un pedazo de lana de acero muy fina. El trozo, pequeño y plano, nos servirá para frotar el marco y así retirar la última capa de cera desgastada que tenga la madera. La labor será siempre en el mismo sentido que las vetas de la madera.
Cubrimos los filos del espejo cercanos al marco con goma de papel para no ensuciar el cristal. Después se aplica una capa muy fina de cera para patinar sobre la madera. Será en tres tandas: la primera en dirección a la veta, luego a través de ella y una más siguiendo la veta. Dejamos secar la cera durante 15 minutos. Bruñimos frotando con una gamuza, trapo de franela, o bien un cepillo. Si queremos que el marco brille más, podemos aplicarle una capa más de cera, esta vez en una sola pasada. A continuación volveremos a bruñir, hasta que quede una textura, color y luminosidad que nos satisfaga.
?Cómo elegir la cera?
Las ceras para patinar inglesas o de mezcla elaboradas por restauradores son las de mejor calidad. Siempre que sea posible, optaremos por estos productos específicos. Deben ser finas y fluidas, porque hay que dar brillo a la madera, no volumen. Evitaremos que acumule mordiente, para que no sea pegajosa y se ensucie.La cera de patinar debe tener el cuerpo de la crema para los zapatos, que se pueda deshacer con facilidad. La cera de abeja tiene el inconveniente de que acumula mucho polvo y pierde el brillo en poco tiempo. La cera vegetal resiste mejor la acumulación de suciedad, pero tiene demasiada consistencia para trabajar fácilmente con ella.