Antaño, la Semana Santa era la ocasión para lucir mantillas y todo tipo de primorosos encajes. Hoy esa prestigiosa artesanía rejuvenece en nuestro foro de Manualidades. El encaje de bolillos se realiza a mano, entrelazando hilos sobre una almohada en la que se prende un cartón con el dibujo. A diferencia del punto de cruz, no hay otro tejido que sirva de cañamazo.
El encaje de bolillos surge en la Edad Media, y se llamó así porque las labores se hacían por separado y luego se ‘encajaban’ en la tela. Esta finísima artesanía conoció su época dorada en el siglo XVII, como reflejaron los cuadros de Velázquez y Van Dyck. Es emocionante ver que hoy día el amor de las aficionadas ha recuperado un oficio casi en extinción.
María –Wilson lleva poco tiempo haciendo encaje, y siguiendo el consejo de las expertas empezó por trabajos pequeños. En la imagen vemos uno de sus marcapáginas. ¡Anímate a seguir su ejemplo!
Aquí encontramos a otra de las virtuosas del encaje, Bolillera, enfrascada en una pieza muy característica: el abanico.
Una de las foreras más habituales, Sukaldea, domina también esta exigente habilidad. Aquí vemos uno de sus manteles acabados.
Trix75 es la gran impulsora del encaje de bolillos en el foro de Manualidades. Sus esmerados trabajos reciben continuos elogios, y como vemos en esta decorativa bandeja a Trix75 le gustan las aplicaciones más variadas.
Dada la lentitud del trabajo, algunas aficionadas optan por realizar adornos menudos, que son tan refinados y meritorios como los grandes. Lo comprobamos viendo estos abanicos de Ripense.
Muchas aficionadas aseguran que el sonido de los bolillos es relajante y muy grato. Esa plácida armonía se trasluce en la risueña pieza de Boli.
He aquí la devanadora que se utiliza para ‘recargar’ los bolillos. Dada la gran cantidad de metros de hilo que lleva cada uno, esta máquina permite ahorrar mucho tiempo.
El soporte cilíndrico sobre el que se realiza el encaje recibe el nombre de mundillo. El que vemos a la izquierda es también una verdadera pieza artesanal de gran belleza, y lo realizó Megancita al primer intento.
Terminamos el paseo con una vista al rincón de Trix75. Según ella misma cuenta, "es un juego de cama que tengo empezado desde hace no sé cuánto, lo tengo de comodín, es el que hago cuando no tengo nada, el que llevo a los encuentros..."