Hace mucho tiempo que no te mostraba un proyecto craft, y es que últimamente dedico más tiempo al papel. Pero no quiere decir que no pase tiempo también haciendo otro tipo de proyectos.
Hoy quiero mostrarte cómo he aprovechado una vieja camiseta para hacer un cojín. Es un proyecto bien sencillo, que requiere un conocimiento básico de costura -mi práctica cosiendo no es que sea la mejor del mundo, y aún así, me ha resultado fácil-.
Ya lo he comentado alguna que otra vez por el blog, me gustan los toques bohemios en la decoración. Así que hacer un cojín de flores me pareció buena idea para la casa. Está puesto ahora mismo en la cama del dormitorio y lo uso para respaldo cuando me quedo leyendo por la noche (Ya lo sé, no pega con las sábanas que tenía puestas ese día)
Materiales
Camiseta vieja
Hilo del mismo color que la prenda o parecido, para que no destaque
Tijeras de costura
Yo le dediqué en torno a una hora -ya te he dicho que no soy muy diestra cosiendo-, mientras hacíamos una sobremesa viendo una peli y tomando un café. Vamos, bien agustito.
Para hacer el cojín, utilicé una vieja camiseta de tirantes que ya no me ponía. Esta camiseta tiene más de 10 años, y me encantaba (y me sigue encantando). Su tacto es suave, parecido a la seda, en el cuerpo y estaba rematada por una franja con flores bordadas. Ha vivido épocas mejores, del uso estaba ya estropeándose por la parte de los tirantes y sobre todo, era de cuando yo era una adolescente, así que ya no es mi talla y me queda ridícula.
Estaba en mi bolsa de prendas que he eliminado del armario el cambio de armario pasado, pero ni la tiré ni la doné, porque me ataban demasiados recuerdos a ella ¡y porque me encanta su tela! así que la guardé un poco más, con la idea de darle un nuevo uso.
Pero como estoy metiéndome con el Método KonMari, la saqué de la bolsa con la intención de "usarla ya o deshacerme de ella".
Así que, como te digo, me puse a ello, una tarde de domingo, mientras veía una película y disfrutaba de un cafetito.
Instrucciones
La verdad es que el proceso fue sencillo, porque en sí, un cojín no tiene mucho misterio. Contaba con un punto a mi favor, y es que la camiseta ya incluía cremallera en un lateral, y casi toda la cremallera entraba dentro del recorte de tela que quería utilizar.
Lo primero, fue cortar la tela. La camiseta tiene un poco de forma pero no quise complicarme, y dejé la forma del cuerpo de la prenda, sin tocar. Simplemente corté por debajo del pecho.
De esta manera, tenía una forma casi cuadrada, con sólo dos (grandes) aberturas que habría que cerrar: la parte del pecho y la parte de la cadera. Para eso, dí la vuelta a la prenda (lo de dentro, afuera) y con hilo de tono rosa y otro de granate, comencé a coser para unir cada lado, y cerrar el cojín. Usé puntadas sencillas, de forma que al volver a poner la tela en su forma normal (lo de fuera, afuera), las puntadas quedasen ocultas. Siento explicarme tan vágamente pero desconozco estos términos.
Una vez cosida la camiseta arriba y abajo, tocaba rematar la cremallera, ya que al cortar el pecho de la prenda original, la cremallera sobresalía 3 o 4 cm del cojín. Corté la cremallera según el tamaño que necesitaba, para que se ajustase al nuevo tamaño del cojín, y le creé un remate, con un poco de tela de la pieza de camiseta que estaba sin usar. Lo rematé fuerte, para evitar que con el uso se saliese, y lo terminé de coser a la funda del cojín.
Volteé de nuevo la funda, ahora sí, para terminar rellenándola con espuma de almohadas viejas -tengo varias acumuladas- y listo:
El cojín ha quedado con la forma de la camiseta, más ancho por la banda bordada, pero estoy contenta con el resultado, por ser mi primer intento. Y sobre todo, por poder seguir usando esa tela que tanto me gusta!.
(Por cierto, esa pared es del dormitorio, el famoso dormitorio que siempre digo que quiero terminar de decorar y que como habrás adivinado.... sigue igual).
En fin, me ha gustado la experiencia, además reconozco que es una actividad muy relajante -e ideal para sobremesas de domingo!- así que es bastante probable que intente hacer más cosas aprovechando viejas telas.
¿Has reutilizado alguna camiseta u otra prenda, en hacer cojines? Cuéntame tu experiencia en comentarios (y si conoces los términos que he tratado de usar en mi descripción te agradecería que los compartas conmigo, para poder mejorar tanto la entrada como mi vocabulario).
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