En nuestro almacén de manualidades hemos encontrado un pequeño jarrón de papel maché en color beige, que nos ha seducido por su armoniosa forma. Sólo necesita una rápida y decidida transformación colorista para que se convierta en un precioso violetero, capaz de adornar incluso el rincón más escogido de la casa.
Para teñir el papel maché vamos a utilizar las tintas al agua, un pigmento de rápida absorción que nos permite trabajar con comodidad, siguiendo nuestra inspiración sin esperar largos tiempos de secado. Sólo faltará entonces aplicar una cola de relieve, y de esa forma tan sencilla habremos conseguido un ornamento alegre y refinado. ¡Vamos a ver cómo se hace!
Rebajamos el amarillo con un poco de tinta roja, para convertirlo en un elegante color naranja.Damos buen contraste de color en las capas alternas, sin llegar al exceso. Del rojo pasamos al azul.
He aquí la vasija de papel maché que utilizaremos como base de este trabajo. Observemos que en el cuello alberga un cilindro de metal, para colocar las flores en agua sin humedecer el papel.
Nuestro plan es un sencillo diseño en franjas verticales de diferentes colores. Usaremos tintas al agua, un producto que se absorbe rápidamente.
Seguimos con el verde, que a su vez aclaramos con un poco de amarillo.
Aquí os mostramos el resultado de la tarea. El austero jarroncito de color cartón se ha convertido en un bonito adorno multicolor, que servirá para colocar unas florecillas alegrando la mesa.
Antes de escoger cada color hacemos girar el violetero, para apreciar el efecto conjunto.
Dejamos secar el producto 24 horas. La capa de cola se volverá entonces transparente.
La cola de relieve dará al papel maché coloreado una agradable textura, a la vez que lo protege contra la humedad.
Sobre los colores ya secos, damos ahora en todo el volumen una cola de relieve.