La verdad sea dicha, la pizarra es el lienzo perfecto para que los niños den rienda suelta a su imaginación, y para mi en particular, por mucha agenda en el móvil que tenga, necesito ver plasmadas las cosas importantes, así que, que mejor que pintar las puertas de la cocina. Además de ser tendencia, ¡es de lo más práctico!
Yo recuerdo aún cuando llegaba al colegio, como me gustaba que el profesor/a se retrasara unos minutillos para lanzarme a pintar a la pizarra. Así que entiendo perfectamente a los niños que disfrutan pintando y borrando sin parar…
Además de pintura de pizarra, he utilizado pintura con acabado a la tiza para pintar el resto de la puerta, cinta de carrocero para proteger la pared y para delimitar el trozo que se convertirá en nuestra pizarra, rodillo o brocha y por último y para embelllecer los cortes…..utilizaremos una blonda (esos mantelitos de papel que se utilizan para poner encima los pasteles) .
Ya verás que fácil y ¡que bonito queda!
¡¡Un beso fuerte y hasta la semana que viene!!
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