Solamente con esa definición te puedes imaginar lo emocionada que estoy. Mis DIY en una web donde venden muebles reciclados hechos a mano por artesanos. Diseño y sostenibilidad. Reciclaje y calidad de vida. Igual que la primera vez que entré en una biblioteca. Casi me da un jamacuco porque podía leer todos (¡T-O-D-O-S!) aquellos libros y me quedé bloqueada porque no sabía por cuál empezar.
Y lo del envío a pedales, que me ha llegado al alma. Que quiere decir que siempre que sea posible llevarán tu pedido a casa en bici. Y si después de todo eso no quedas satisfecho, lo devuelves en 15 días sin que nadie te diga ni mú. No me digas que no te lo ponen fácil.
Igual que cuando te invitan a cenar, que llevas una botella de vino o el postre, yo he llevado un DIY con el que puedes reciclar una caja de vino para hacer un estante, utilizando sólo dos elementos: papel pintado (te sonará porque es el mismo con que reciclé la estantería de Ikea) y chalk paint.
Muy sencillo, muy rápido y con un resultado espectacular:
El tutorial completo lo tienes esperando en Artilujos, espero que te guste y te sirva de inspiración.
Y a Blanca, qué más puedo decirle. Cuando te encuentras personas como ella, con esa vitalidad y esa fuerza, y tanta confianza que ha depositado en mí sólo te resta creer que la energía que inviertes en hacer las cosas vuelve a ti multiplicada.
¡Disfruta del día y feliz comienzo de semana!