Haz la base
Utiliza una base de papel fuerte o de cartulina, del color que quieras para el fondo del marcapáginas. De esta forma, no tendrás que pintar el fondo ni pegar nuevas capas que siempre traen complicaciones.
Intenta que el fondo no sea un color muy llamativo, ya que los marcapáginas, aunque tengan que destacar en los libros, deben dar una sensación de tranquilidad para sumergirse en una novela o en un libro que nos abstraiga de la realidad. Para darle un poco de color, utiliza la decoración.
Selecciona la forma
La forma de tu marcapáginas puede ser rectangular, como los tradicionales. Pero siempre puedes innovar y hacerlo con forma de maniquí, de coche, de animal o hacer un marcapáginas esquinero. Yuddish nos ha dejado en la comunidad un paso a paso que procedo a resumir. Haz la forma de un sobre y pégalo con celo. Decora el exterior y colócalo en la esquina por la que estás leyendo. ¿A que es sencillo?
Decora tu marcapáginas
Es evidente que aquí no hay pasos mágicos, pero sí que podemos marcar unas líneas generales. Lo primero es saber el estilo que vamos a darle al marcapáginas. Puedes hacerlo según la novela para la que lo vayas a usar, según la ropa que te guste o según la música que te guste. En la decoración de manualidades no hay límites. Pero sí que es recomendable que hagas algo decorativo que destaque sobre el fondo y que no quede muy recargado, para que no dé sensación de pesadez.
Ahora no tienes más que reproducir imágenes en tu marcapáginas. Puedes imprimirlas de Internet y pegarlas directamente o puedes pintarlas tú mismo con o sin plantilla. Además, puedes añadir otros elementos decorativos, como cintas de raso, botones, cuerdas, hilos o pequeños muñecos que cuelguen del marcapáginas por fuera del libro.
Después de todo esto, solo necesitas saber que los remates siempre son importantes y que, independientemente del estilo que elijas, siempre tienes muchas opciones y combinaciones a tu alcance. Entre tu marcapáginas y tú solo está tu imaginación.