Aunque todavía no hay resultados concluyentes que publicar, estoy en plena faena con la entrada de casa (esta). Me pedía algo… Algo tipo guirnalda y como la “fase 1: pintar paredes” fue estilo planisferio celeste, me pareció que debía de ser de lunas.
Están hechas con fimo. Aunque nunca lo hayas usado, es tan sencillo que seguro que te sale a la primera.
El fimo es un tipo de “arcilla polimérica”. Es similar a la plastilina y para endurecerlo debes hornearlo en un horno de cocina normal.
Precisamente la gracia de trabajar con este material es la variedad de acabados que tiene. Para este efecto marmolado usé blanco de base y varios restos que tenía por ahí: translúcido, fosforescente, granito y plata. ¡Pero puedes usar los colores que más te guste!
Yo, que soy exagerada, junté el translucido con el fosforescente y el granito con el gris, para obtener los colores de las vetas. Pero si usas un sólo color será suficiente.
Para conseguir el efecto mármol sólo tienes que poner el color que hayas escogido sobre el color base de forma aleatoria. Luego amasarlo hasta que te guste. Cuanto más amases, más finas quedarán las vetas, pero ten cuidado de no pasarte ¡o se mezclarán los colores del todo!
Para hacer las lunas: estirar la masa (si tienes un rodillo de fimo ¡genial! si no yo uso un vaso y me va estupendamente) y cortar las lunas. Lo más cómodo es un cortador de galletas redondo. Como yo lo quería grande, usé un vaso para guiarme y un cutter de precisión.
Os dejo un diagrama con las fases:
Me gusta hacerle el agujero con el cúter una vez horneadas, pero también puedes hacérselo antes con un palillo.
¡Hornear y colgar!
Estoy muy contenta con el resultado. Lo único realmente difícil del asunto ¡es sacarle una foto a oscuras!
¿Conocías este material? ¿Tienes alguna luna en tu casa?
¡Cuéntame! (tengo un alma cotilla).
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