Como madre primeriza, es difícil familiarizarse con la inmensa cantidad de complementos para bebé que existen. Cuando nació Diego yo no tenía ni idea de lo que era un cojín antivuelco y ni siquiera había oído hablar de él; pero sí me había informado y leído mucho sobre cual era la mejor posición en que debe dormir un bebé.
Por suerte en el hospital las matronas y enfermeras me ayudaron muchísimo las primeras horas, y me dieron muchos buenos consejos sobre la lactancia, la higiene y los primeros cuidados del bebé. A la hora de dormir, me enseñaron a hacer un pequeño rulo con una toalla de mano para colocar al bebé recostado sobre ella y que se mantuviese boca arriba y ligeramente inclinado mientras dormía; de esta manera después de cada toma había que cambiarle de lado para que cambiase la postura y así no se sostuviese siempre sobre el mismo punto de su cabecita todavía en formación.
Y así de contenta estaba yo con mi rulo de toalla hasta que descubrí que se llamaba cojín antivuelco y que era sencillísimo y muy barato hacer uno yo misma, y por supuesto una solución muchísimo más bonita y decorativa para la cuna de nuestro bebé.
¿Qué materiales necesitamos?
35 cm de tela estampada de algodón
35 cm de tela básica de algodón de un color claro
Relleno de cojín
2 tiras de lazo de 20 cm de largo
Tijeras, hilo y máquina de coser
¿Cómo hacemos nuestro cojín antivuelco?
Lo primero que tenemos que hacer es lavar todas las telas con un jabón neutro para pieles delicadas, ya que estará en contacto con la piel del bebé.
Comenzamos recortando un rectángulo de tela básica de algodón de 35 x 40 cm para el cojín interior y un rectángulo de tela estampada de algodón de 35 x 55 cm para la funda. Doblamos por la mitad el rectángulo de tela básica de algodón y cosemos uno de los lados cortos y el lado más largo por el revés. A continuación le damos la vuelta y lo llenamos con guata o relleno de cojín hasta que quede bien prieto; y cosemos el lado corto que nos falta para rematar nuestro cojín interior.
Para hacer la funda rematamos con un dobladillo los lados cortos del rectángulo de tela estampada de algodón, doblamos por la mitad y cosemos el lado más largo con los derechos enfrentados.Ahora cogemos nuestras dos piezas y metemos el cojín dentro de la funda.
Por último nos falta cerrar los laterales de la funda con dos lazos, para ello hacemos un frunce con aguja e hilo a 7 cm del borde de la funda; de esta manera los lazos no se moverán de su sitio, aunque si lo preferimos podemos fijarlos además con unas puntadas.
Y ya tenemos nuestro cojín antivuelco terminado y listo para poner en la cuna del bebé; un complemento muy útil y decorativo que por su forma también es conocido como cojín de caramelo.
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