Sí, es verdad que es muy fácil y lo podemos hacer con materiales que tenemos por casa, para improvisar una tarde de juegos con los más pequeños, para preparar una sorpresa... Lo que necesitamos para hacerlo es:
Quizás lo más difícil sea la caña, si no tenéis el campo a mano os podéis apañar con el palo de una escoba vieja, de un recogedor, o cualquier otro tubo de plástico de esos que tenéis guardados en algún rincón porque igual algún día servían para algo... pues ha llegado el momento de sacarlo junto con los restos de lana que también guardamos (como no), botones, cintas, fieltro, goma eva, etc... ¡que luego no digan que no servía para nada!
Además, como ya os he comentado, a los más pequeños no sólo les gustará jugar con él después, sino que lo disfrutarán aún más si los hacéis partícipes de su "creación". Desde ayudaros a buscar los materiales a elegir los botones para los ojos, el color de la lana a usar, rellenar el calcetín... Va a ser "su" caballo, así que dejadles total libertad en sus elecciones y veréis cómo lo disfrutan...
Una vez hemos encontrado los materiales nos ponemos manos a la obra. Lo primero rellenar el calcetín, si no tenemos guata o relleno de muñecos, nos podemos apañar con algodón, plumas, restos de tela o cualquier relleno blandito que podamos encontrar. Una vez el calcetín está relleno le colocamos la caña o palo dentro y atamos fuertemente con cuerda para que no se salga. (Atadlo con muchas vueltas y fuerte, porque si no, después al jugar con él se podría salir). Una vez hecho podemos coser dos botones como ojos (en este caso quisieron uno de cada color), pero si no tenemos botones los podemos hacer con un trozo de fieltro o incluso pintarlos sobre el mismo calcetín.
Ahora vamos a por las orejas. En las fotos de ejemplo hemos utilizado dos trozos de goma eva o foami de diferentes colores, pero también se podrían hacer con fieltro, tela, cartulina o lo que se os ocurra... Simplemente recortamos con la forma en que lo véis en las fotografías, doblamos por la parte inferior, lo pegamos, cosemos, grapamos... para que quede con la forma doblada y una vez así los cosemos a la cabeza de nuestro caballo. (Aproximadamente donde queda el talón del calcetín).
Y nos queda el pelo... también podéis hacerlo con tiras de tela, papel pinocho, cuerda, rafia, hilos, lanas... como más os guste. En el caso de hilos o lanas aquí os muestro una forma rápida de colocarlo sobre nuestro caballito. Simplemente es ir haciendo como pequeñas madejas del tamaño que queramos y atarlas por la mitad. Cosemos justo por la parte del centro donde lo hemos atado al calcetín. Una vez cosida y bien sujeto vamos recortando la lana a nuestro gusto para que nos quede el pelo "suelto".
Aquí puedes ver con más detalle cómo vamos cosiendo. Es una forma muy rápida de hacerlo, aunque os advierto que si los peques empiezan a estirar mucho del pelo se irá cayendo. Si creéis que lo van a estirar o queréis hacer un acabado más con más aguante, entonces lo suyo es coser hebra a hebra el pelo, o hacerlo en mechones más pequeños.
Y ya está... podemos colocarle accesorios varios: lacitos en el pelo por ejemplo, hacerle una trenza, colocarle un trozo de lazo en el hocico en forma de rienda, un cuerno para que se convierta en unicornio, o coser un trozo de lana para dar forma a la boca... todo es cuestión de los materiales que tengas, el tiempo y la imaginación...
Además, nunca quedan dos iguales, y se pueden hacer en varios tamaños, según el calcetín sea de adulto, de niño o de bebé, por ejemplo. Si se va a utilizar por el interior de casa, se puede colocar una bola de guata o algodón cubierta de tela y atarla en el extremo inferior del palo o caña.
¡Lo más importante es que los peques lo van a disfrutar seguro!