Así fue. Llamada y puesta en marcha fue todo uno... ¡casi!
Quería un bote de cristal anchito, y que tuviera la boca de la misma anchura que la base. Todos no son así, suelen tener la boca más estrecha, así que tuve que esperar a tener el bote adecuado. Pero desde hace tiempo, confieso, hay productos que compro fijándome, entre otras cosas, en la utilidad posterior del envase. Y éste fue el caso.
Ella me dijo que quería palmeras...¡socorro! Pero también me dijp que, bueno, que lo dejaba a mi elección. No descarté las palmeras, pero, a decir verdad, no tenía servilletas con ese motivo (¡y mira que tengo servis...!). Al final, buscando, buscando, encontré estos motivos "botánicos" y "tropicales", con la hoja de la monstera.
Para crear color de base le di imprimación a todo el bote, menos la parte superior, con toques de esponja.
Y sobre la base blanca coloqué, con la técnica del decoupage, este motivo alegre y tropical
Con una cuerda verde cuyo color encajaba a la perfección, creo, cubrí la boca del bote, en la que se ven siempre las marcas para la tapa de rosca. La fui pegando con cola blanca.
Y, para proteger todo bien, un par de capas de barniz de poliuretano.
Se que a ella le encantó y me mandó ya la foto del bote en su mesa.
Este bote alegre y tropical me lo llevo al nuevo finde frugal de Marcela y al viernes handmade de Jen, en Little Kimono. ¡Vamos!