El otro día se rompió la bolsa del ordenador de mi hija y le di la mía, yo no la utilizo tanto y le dije que no se preocupara que con la vieja ya haría algo, justo esta semana pasada me fui de viaje y aún no tenía la bolsa reciclada, (la vieja). Hoy me he planteado que la tenía que hacer, la verdad que estos trabajos salen sobre la marcha, si lo piensas mucho creo que ¡yo! por lo menos no haría nada.
El problema de la parte rota, era la tela de esponja que prácticamente es lo que formaba la bolsa. El forro de dentro esta en perfecto estado, también los abalorios de metal que aunque un poco desgastados, he podido volver a reutilizar muy bien.
Buscando entre mi colección de telas, he encontrado todo el material que me ha hecho falta. Un trozo de tela de patchwork, con dibujo de leopardo rojo, (la he medido y un poco justa, pero aún me ha servido), un trozo de skay negro que me quedaba de otro trabajo, un poquito de esponja de relleno y por último he aprovechado el forro rojo de la bolsa rota y los abalorios dorados para el asa. El asa de momento, utilizaré una de un bolso que nunca utilizo y la verdad que al ser negra ¡combina bastante bien!
2 trocitos de cinta de raso y las anillas recicladas de la antigua bolsa, me han servido para hacer a los laterales de la bolsa, las anillas en las cuales luego irá el asa ¡si gusta el ponerla! porque depende del uso que se le de, hará falta el asa o no.
Ya tengo la bolsa y lo mejor de todo, esta vez no me ha hecho falta comprar nada, el corazón irá cogiendo forma y no estará tan arrugado con el tiempo, ahora está así porque tenía el skay doblado con el montón de retales que tengo.
Hasta el siguiente post y que tengáis un feliz fin de semana!
Conchi Espejo.