Digo que es una historia de hace miles de años porque la comencé a bordar cuando tenía 14 años, ¡¡¡madre mía!!! la de tiempo que ha pasado casi una vida por eso creo que va que ni pintada para este reto "La Vida en Flor", las flores de esta mantelería me han acompañado casi toda mi vida, jajajajaja. Creo que ya he comentado esta historia en alguna ocasión pero la vuelvo a contar. Resulta que una amiga del cole me dijo que su madre le había comprado tela para hacerse una mantelería apunto de cruz, era una tela azul preciosa y claro yo no podía ser menos, llegué a casa y le pedí a mi madre tela para una mantelería apunto de cruz, mi tela es color crema.
Busqué una cenefa de un cuadernillo de punto de cruz que compré para la ocasión y seleccioné tonos marrones y verdes y me puse manos a la obra. El caso es que iba muy bien, pero a mitad de mantel me di cuenta que el dibujo se iba subiendo y subiendo y subiendo de manera que aquello saldría del mantel de seguir así. Deshice todo lo bordado y volví a empezar pero ya con menos entusiasmo, pasó lo mismo y volví a deshacer, hasta tres veces. Desesperada comencé a pensar como hacer la dichosa mantelería, así que decidí hacer ramilletes en el centro del mantel (no os fijéis en las arrugas porque lleva mucho tiempo doblado y no lo he planchado como puede apreciarse)
Luego decidí hacer las cuatro esquinas, un ramillete en el centro de cada lado y pequeñas flores por el mantel.
Las servilletas también hice una sola esquina y aquí me quedé, me faltaban casi todas las servilletas, así que las terminé para este reto (son 9 servilletas porque en caso solemos estar 9 comensales)
Para terminar le he puesto un ribete a ganchillo, en perlé del 12, en el mismo tono que el mantel. No me ha dado tiempo a terminar todas las servilletas pero las termino en breve y se lo doy a mi hermana porque ya estoy un poco cansada de esta mantelería.
Como veis las flores han estado presentes en toda mi vida jajajaja.
Lo cierto es que esto de que las labores nos persigan de por vida porque no las terminamos en su momento creo que es una maldición de familia porque lo cierto es que mi madre comenzó a bordar una colcha de hilo, de las de entonces, cuando nací y aun está sin terminar. La pobre creo que ya no se terminará nunca pero está con nosotras siempre presente jajajaja.
Y después de esta historia de la familia Cebolleta (pero que mayor me estoy haciendo) espero que la mantelería os haya gustado.
Solo me queda dar las gracias a Stella Maris por invitarme a este Reto, felicitarla por su tercer cumpleblog y visitar al resto de las compañeras para ver sus aportaciones.