Hoy os voy a hablar de mi año.
2013 fue un año taaaan intenso que no pensé que 2014 pudiera superarlo. Pues lo hizo. Y con creces.
Lo más destacable ha sido mi primer contrato en un trabajo que amo, que es para lo que he estudiado y que me ha abierto las puertas de mi profesión. Que en mi cartera vayan tarjetas con mi nombre y una línea que cita "Responsable de Comunicación" es un sueño cumplido.
También han entrado en mi vida nuevas personas a las que hoy adoro, he afianzado relaciones con personas que ahora deben estar en mi día a día sí o sí y dejado atrás otras que no me aportaban nada.
He reído, llorado, soñado y, sobre todo, "amado". Y lo digo entre comillas porque este año he descubierto una nueva parte de mí, totalmente desconocida. Ya he dejado atrás la chica Disney que creía ciegamente en el amor para bajar a la realidad y descubrir que el amor correspondido por ambas partes es una lotería, un tesoro. Y que ya no me gustan todos (como mis amigas tanto me repetían), que no me enamoro con una palabra y que tengo los pies en la tierra lo suficiente afianzados como para saber que no me conformo con cualquier tipo de relación.
Por primera vez me han querido sin yo querer, he dejado por ser fiel a mis principios, he experimentado, me han engañado, he pasado, he superado, he valorado lo importante que es tener una pareja que te quiera y he descubierto la soledad. Estoy en la etapa de descubrirme a mí misma y de afianzar la idea de que lo único que se necesita en la vida para ser feliz es uno mismo.
Y lo demás, gracias a Dios, sigue como estaba, Mis amigas han estado ahí durante todo el año, hemos aumentado las visitas y nos hemos querido como las que más. Líos amorosos, familiares, laborales... Siempre ahí con una palabra oportuna en todos los grupos de WhatsApp. Y mi familia, sigue ahí, como siempre, igual de cerca, igual de importante.
Por destacar algo, que no es destacable pero que sigue siendo importante, son los dos nuevos pilares de mi semana: el deporte y el inglés. Por fin he completado mi lista de propósitos y en el último trimestre del año, me he dedicado a ambos. Un gimnasio sustituido por tablas de ejercicio en casa que he de decir que cumplo como la que más y un inglés que me ha traído mucha satisfacción y seguridad, además de risas y palabras inventadas.
Por eso, querido 2015, esta vez sí va en serio. Que me quede como estoy. Sólo quiero que cumplas las expectativas que se han forjado en 2014, ese contrato más grandecito; esas amigas que siempre están; esa familia que quiero que esté sana y feliz; ese amor que si tiene que llegar que llegue, pero que sea de los de verdad; ese B1 con título y ese cuerpo sano y medio definido.
Como ves, pido poquito, sólo quiero que me dejes hacer, y no me la fastidies por el camino :)
Y...¡un año cargado de entradas para el blog!¡¡Feliz 2015!!
Gracias por leerme y por dejarme mostraros hoy una parte de mí :)