Su principal uso es para proteger las capas de pintura que aplicamos sobre la madera. El barniz común suele ser acrílico y se puede distribuir con un pincel o una brocha. La lija y el barniz son las principales herramientas que utilizamos para restaurar nuestros muebles viejos.
Una vez lijado el mueble aplicaremos las capas de barniz necesarias para lograr que brille. Hay que extenderlo bien para que no queden grumos o burbujas. Mamm1968 ha reformado esta vieja silla, podéis ver el antes y el después, como reluce con el barniz.
Otro tipo de barniz es el poliuretano, un protector más fuerte especial para nuestros objetos de exterior. Con él, podemos proteger de la lluvia y el frio, muebles de jardín o macetas.Y por último existe también barniz en espray, que es ideal para que no se corra la pintura de los muebles (por ejemplo, si delineamos con un rotulador). El espray también se utiliza mucho para la realización del decoupage, aplicando el barniz a distancia evitamos que el papel o la servilleta que hemos adherido se mueva o se rompa. Madea nos enseña esta bonita caja, con la tapa decorada con esta técnica.