Hace un par de semanas llegó a mi casa una sorpresa. Al principio creí que era simplemente información sobre Lego, quizás un regalito. ¡No me imaginaba que ese regalo iba a venir acompañado por un reto!
Lo que me había llegado era una caja de Lego (preciosa, por cierto), con varias piezas dentro, así como distintos "materiales" (washi tape, un imán, pinzas, etc.), y una propuesta: realizar algo con esto que me enviaban (o con otras cosas, si así lo quería), y publicarlo en Twitter con el HT #micreaciónLego.
Pero... puf, yo justo me iba de viaje a Perú, estaba en medio de las maletas, tratando de organizar cosas en mi blog para seguir publicando durante mi ausencia, y llevando la vida con los dos enanos. ¿En qué tiempo iba a hacer esto? ¿Y qué iba a hacer? Por suerte me recordaron que la fecha límite era dos días después de mi regreso a Madrid y que seguro tenía tiempo (así es que aquí estoy, corriendo como loca).
Después de mucho pensar, se me ocurrió hacer un móvil de techo con pequeñas "construcciones" de Lego. No son castillos, no, pero para mí, como si lo fuesen, ya que el reto me sirvió para, por fin, hacer algo para la habitación de mi enano, que, casi a punto de cumplir un año, tenía cero decoración y absolutamente nada hecho por mí.
Para hacer el móvil utilicé:
las piezas de Lego,
hilo de bordar,
Y lo que creo que es una parte fundamental del móvil (y pido perdón por las fotos, que fueron hechas en la tienda con la cámara mala de mi teléfono):
un ángulo para yeso.
¿Pero eso qué es? Y, ¿Para qué se utiliza en construcción? No tengo ni idea, pero a mí me vino MUY bien (*). Era justo lo que estaba buscando: algo ligero, que tuviera un "patrón" de agujeros, en lo posible redondos (para seguir el "ritmo" visual de las piezas de Lego) y que fuera fácil de cortar. Algo que diera sensación de construcción, quizás incluso de pequeña grúa en el móvil.
Para conseguir que este ángulo tuviera la forma necesaria, lo que hice fue aplastarlo primero con la mano (como digo, es muy fácil de manejar, pero mantiene la rigidez necesaria para sujetar el móvil), y cortarlo con unas pinzas tipo tijera que había en la mesa de trabajo a la salida de la tienda de bricolaje donde encontré esta maravilla.
Para que quedaran bien planas, al llegar a casa, di golpecitos con el martillo en el doblez del "ángulo", con lo que quedaron así.
En cuanto a las piezas de Lego, tuve que hacer un pequeño agujero a aquellas que sujetarían las "construcciones" del móvil.
Para esto utilicé un pequeño destornillador y un martillo.
Dando un golpe al destornillador apoyado en el centro de la pieza. De esta manera:
Pasé luego el hilo de bordar por el agujero,
E hice un nudo grueso para que se sujetara bien.
Y empecé a hacer las "construcciones".
Ahora bien, ¡aquí vino lo divertido! Sujeté las pequeñas construcciones, con sus hilos, a las "barras" de metal (las que hice con el ángulo), y empecé a jugar haciendo equilibrio. Esta parte fue la mejor, ya que no sólo tenía que tener en cuenta el largo de cada hilo y su posición y peso, si no también ir añadiendo o quitando piezas a cada construcción para que quedaran perfectamente balanceadas. ¡Jugando con Legos como cuando era niña!
El resultado es este...
Visto desde abajo:
Y visto desde el lado:
La verdad es que, pese a haber tenido que correr, ¡me encantó hacerlo! Y me gusta mucho cómo ha quedado. Y a ti, ¿qué te parece?
(*) mi marido dice que el ángulo sirve para hacer esquinas de paredes de yeso. ¡Este sí que sabe, pero seguro que el móvil no le queda como a mí!