Además este cuello se teje con agujas grandes, sin aumentos ni reducciones y sólo con punto del derecho, vamos un proyecto fácil, fácil, fácil y rapidísimo de hacer.
Necesitáis unas agujas del nº 9 y 350 gramos de lana gruesa. Si no encontráis la lana del grosor adecuado para las agujas del nº 9, podéis usar una lana para agujas del 4’5 y ponerla doble, que es lo que yo he hecho.
Se montan 40 puntos y se tejen unas 110 vueltas todas con punto del derecho.
Para unir la lana se hacen un par de nudos entre las dos hebras, se aprieta bien y se recorta el sobrante. Una vez tejida la unión el nudo no se nota.
Si estáis trabajando con dos hebras, no hagáis el nudo a la misma altura en la dos hebras, para que no coincidan los nudos al tejer y no se noten.
Al terminar de tejer tenemos un rectángulo.
Para rematar las hebras que sobran al comienzo y al final de la labor, utilizamos una aguja de coser lana.
Con ayuda de la aguja de coser lana vamos pasando las hebras entre los puntos, siguiendo la misma forma de la lana tejida. Cuando nos hemos apartado un poquito del borde separamos las hebras para hacerlas un nudo entre sí y cortar el sobrante.
Una vez que hemos rematado los dos extremos, doblamos el cuello y cosemos los botones, midiendo para que nos queden todos a la misma distancia.
Cómo el cuello está tejido con agujas gruesas no hace falta hacer ojales, porque los botones pasan entre los puntos.
De todas formas yo he optado por coser los dos primeros botones fijos, cosiendo los dos lados del cuello, de manera que no se pueden desabrochar.
Y así de bien lo luce mi pequeña modelo. El cuello es grande, pero como la modelo sólo tiene doce años, el cuello parece enorme…
Es un cuello muy sencillo y rápido de tejer, pero también vistoso y muuuy calentito. Un trabajo fácil al que seguro que le sacaréis mucho partido.
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