Tras visitar la casa de María, saqué diversas fotografías de trabajillos que había hecho en su casa.
Tanto en la cocina como en el baño, me encontré imágenes transferidas en blanco y negro y en color.
¿Sabéis cómo lo ha hecho?
Atentos...
Material:
- La fotografía o imagen que vas a transferir impresa en láser en papel fino (un folio mismo).
- Madera (lo ideal es que sea del tamaño de la foto o similar).
- Cola o gel especial para tal uso.
- Pincel o brocha.
- Una tarjeta de plástico rígida (tipo tarjeta de crédito).
- Trapo.
- Barniz mate o cera.
- Agua
Procedimiento:
Dependiendo el soporte de madera elegido quizá tengáis que lijar e incluso, queráis dar una capa de pintura.
1. Fotografía a transferir.
Puede ser tanto en blanco y negro como en color, impresa en impresora láser.
Al hacer la transferencia de la foto en la madera el resultado de la imagen será invertido, es decir, como el reflejo de un espejo.
Si queréis que el resultado de vuestra transferencia a madera sea igual a la foto original tenéis que imprimirla invertida.
Esto es importante, sobre todo, si la imagen contiene texto. Sino incluso os puede dar hasta igual la orientación.
Os recomiendo que recortéis la foto y eliminéis cualquier parte del papel blanco alrededor de la foto.
Os evitaréis trabajo al frotar en la parte final.
2. Aplica la cola.
Daremos cola sobre la madera y sobre la fotografía.
Tenemos que extenderla bien por ambas superficies para que quede repartido de forma uniforme.
3. Coloca la fotografía en la madera.
Colocaremos la fotografía poco a poco, intentando evitar las arrugas, para que la transferencia se haga correctamente.
Nos podemos ayudar de la tarjeta para eliminar el exceso de cola que haya podido quedar y posibles arrugas en el papel de la foto.
Tener cuidado de no llevaros el papel con la tarjeta ya que está húmedo.
4. Deja secar durante, al menos, un día o dos.
5. Quita el papel.
Para empezar a retirar el papel lo mojaremos primero con un poco de agua.
Lo dejaremos unos minutos para que el agua reblandezca el papel y así salga mejor.
Os podéis ayudar de un trapo para frotar el papel, una esponja o incluso con los dedos.
Esta es la parte que más tiempo conlleva.
Hacerlo con cuidado para que no se levante el dibujo.
Si la imagen se seca y veis una capa blanca en algunas zonas de la foto, es el papel que continúa quedando.
Debéis volver a mojar por las zonas donde veáis que tenéis que continuar eliminando el papel.
Debéis hacerlo con cuidado para no llevaros ninguna parte de la imagen, aunque este efecto también le dará un aire desgastado y antiguo.
¡Listo!
Finalmente, le daremos una o dos capas de barniz mate o cera para proteger la imagen.
Con esta técnica podemos realizar cuadros, detalles, sorprender a un familiar o amigo,..
¡Dejar volar vuestra imaginación!
¡Gracias a María por las fotografías y la idea!
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