Se trata de una tortilla con sus huevos, su cebollita (para los que os guste la tortilla con cebolla) y sus patatas. Pero en este caso las patatas son… chips! Ahí está la diferencia; aunque el resultado es tan bueno como el de una tortilla clásica. Pero no sirve cualquier patata frita de bolsa, es importante utilizar unas patatas buenas. Yo utilizo unas artesanas, fritas en aceite de oliva y con poca sal. Aunque a parte de las patatas, la elaboración es la misma que para una tortilla tradicional, ahí va la receta.
Ingredientes
6 huevos
1/2 cebolleta
1 bolsa de patatas fritas artesanas
aceite
Elaboración
Este primer paso es, como ya os he dicho antes, opcional (si os gusta la tortilla con cebolla). Picamos la cebolla muy fina y la ponemos en una sartén a pochar con una gotita de aceite. Mientras la cebolla se dora, batimos la media docena de huevos en un bol.
Una vez que la cebolla está bien dorada, la añadimos a los huevos. Y, por último, echamos también las patatas, rompiéndolas un poco previamente, a los huevos. Removemos todo para que se mezcle bien, pero sin dejar que las patatas lleguen a ablandarse completamente.
El último paso es echar toda la mezcla en una sartén caliente con un poco de aceite. Cuando empiece a cuajarse, le damos la vuelta y cuando esté doradita, ya está lista! Este paso también va un poco según el gusto de cada uno. Hay que tenerla más o menos tiempo en la sartén en función de si os gusta más o menos cuajada.
Y veis que lo que cambia es un pequeño detalle, pero muchas veces que nos surgen planes repentinos, gente que viene a comer a casa de forma inesperada… nos ahorra gran parte de trabajo y tiempo.
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