Es ideal para reciclar el té que ya has utilizado, como os dije, yo siempre lo guardo. Hacemos la cantidad de té que necesitemos para sumergir las piezas a teñir. Dejar infusionar hasta que se enfrié y añadimos un par de cucharadas de sal y unas de vinagre, eso hará que se fije el color.
Después colocamos dentro las telas y las dejamos entre 3 y 5 horas, dependiendo del tono que quieras. Se aclara bien y cuando está seco se plancha, el calor también fija el color. El más oscuro es un té rojo, quedará un color asalmonado. El otro es un té verde, queda un color más caramelo. con un té negro, queda más marrón. Se notara más la diferencia si haces un tono intenso.
Con el té rojo, color salmón. Me gusta teñir la tela junto con la puntilla que voy a utilizar y el hilo, así quedaran los tonos perfectamente combinados.
Con té verde, beig clarito. No es que haya mucha diferencia, pero según que colores utilices, lo puedes combinar mejor. Además de con té se pueden utilizar otros colorantes naturales que dan muy buen resultado. Con vino o remolacha, queda un tono rosa, cascara de cebolla, azafrán o cúrcuma, un tono amarillento, con curry, un tono más anaranjado. Aunque como os digo, a mi me gusta especialmente el té para teñir como el que utilizo es con especias y frutas, le queda un olor muy agradable.
Podéis ver como quedan, las puntillas que utilicé en este mini costurero las teñí con té rojo.
Espero que os haya gustado!!
Hasta el viernes.
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