Hace unos meses en mis paseos por Madrid, entré en su tienda de la Calle Carretas y después de darme una vuelta, ahí estaba, en su caja, baratísimo, diciéndome: ¡Llévame! Y no me pude resistir, así que volví con él a casa.
Aún no os puedo enseñar nada, porque no lo he usado pero lo haré y es una amenaza.
Y vosotros, ¿habéis trabajado alguna vez con un telar de abalorios?