Aunque históricamente no se conoce el origen de la flor de Navidad concebida como tal, sí es cierto que existe constancia de que ya en el siglo XVI, los frailes franciscanos ya la utilizaban en sus decoraciones navideñas como adorno floral.
Pero si existe una persona que realmente se convirtió en el verdadero artífice de que la planta fuera conocida en todo el mundo, ese fue Joel Roberts Poinsett.
Los historiadores cuentan que Poinsett comenzó a regalar esta planta a sus amistades por Navidad, que es en definitiva cuando ésta se encuentra en su máximo esplendor. Poco a poco esta acción se fue convirtiendo en una tradición.
La Flor de Pascua natural requiere muchos cuidados y si eres como yo, que se te mueren hasta los cactus, ¿qué mejor que tener una Flor de Pascua perpetua?
Para esta Navidad pensé que sería un buen regalo para mi madre y mi suegra, y aquí os dejo el resultado de mi flor de Pascua eterna.