A veces pienso que el problema no es tanto la falta de tiempo si no la falta de organización y más aún, lo mucho que nos exijimos y la cantidad de responsabilidades que nos echamos encima. Me cuesta ver que mi situación ha cambiado, y mucho. Que ser madre primeriza no cuadra con llevar la misma vida que antes. Que si un día, dos o tres... se queda el polvo de la casa sin pasar porque estoy sentada en la alfombra disfrutando de mi hija, no pasa nada. Es más, sí pasa, pasa que no quiero perderme ni uno solo momento de esos, que quiero disfrutar de ella al máximo sin sentirme culpable por no llegar al resto. Que la etapa que vivo ahora es demasiado fugaz para no saborear cada segundo.
Así que lo sé, sé que hace demasiado tiempo que no actualizo el blog y que no participo como me gustaría en algunas redes sociales. Pero no voy a culpabilizarme por ello, voy a verlo como una situación transitoria que poco a poco irá cambiando y ser irá normalizando.
Al menos, donde sí que estoy más o menos activa es en Istagram. Me encanta esta aplicación y de ella quería hablaros hoy. Creo que ha dado un giro de 180º al concepto tradicional de la fotografía. La inmediatez y el dinamismo que tiene te permiten inmortalizar un sinfín de momentos que si no es por el móvil, pasarían desapercibidos.
Obviamente sigo utilizando la reflex y creo que no son temas comparables, pero reconozco que según en qué momentos gracias a Instagram tengo fotos maravillosas de mi día a día, de la peque... que no hubiera podido captar con otra cámara.
Empecé a utilizarlo con cierta asiduidad en verano y desde entonces no he parado. En Instagram podéis encontarme como blogtravesia
Así que aquí os dejo algunos ejemplos de mi día a día, ese que empieza con frenetismo y que acaba por agotarme, pero ese, que no cambiaría por nada del mundo. La etapa que estoy viviendo ahora no puede ser más enriquecedora y obviamente me llena de felicidad.
Gracias por estar ahí y que sepáis que no dejo de leeros en vuestros respectivos blogs y que os sigo en la redes sociales.