Hace años que quiero aprender a hacer un vídeo en stop motion. Años. Siempre me ha parecido algo chulo y siempre he pensado que debía de ser súper complicado. Así que todos esos años he estado posponiendo el tema hasta que tuviese mucho tiempo para buscar por internet, probar, equivocarme y aprender.¿Y sabéis qué? Soy LERDA, lerda, lerda, lerda. Porque hacer un vídeo en stop motion es fácil, fácil, fácil.
Ya os conté una vez que a mí a veces me da pereza pensar, que solo la idea de hacer algo me cansa y que muchas veces, por no ejercitar las neuronas, dejo de hacer cosas que creo que en potencia son muy complicadas. Pues eso.
¿No os da una rabia increíble cuando después de haber pospuesto durante mucho tiempo una tarea que os parecía difícil o pesada os dais cuenta de que no solo es fácil, sino también muy divertida?
Pues exactamente eso: hacer stop motion es fácil, divertido y bastante adictivo. Y barato, porque no necesitáis nada complicado o chungo, solo una cámara, un trípode (comprado o improvisado) y un ordenador. Y una idea que queráis materializar, vamos. ¿Os cuento cómo?
Lo primero es saber muy bien qué queréis filmar. Así que no está de más crear un pequeño storyboard que nos cuente qué tenemos que grabar. ¿Qué es un storyboard? Pues una serie de fotogramas en los que dibujamos o escribimos qué queremos tener en cada una de las fotos de nuestra peli. No hace falta tener uno por peli, pero sí una idea aproximada de los cambios de escena que queremos tener. Nos va a servir como guía para saber lo que hemos pensado, cómo queremos colocar los objetos y qué queremos hacer con ellos. Si hacemos una animación básica no hace falta, porque vamos a tener más o menos todas las ideas en la cabeza, pero si hacemos una peli más larga, con personajes que entran y salen, un buen storyboard te va a ayudar a situarte y a recordar lo que has pensado. Os dejo la muestra de nuestro vídeo para que veáis cómo lo hicimos nosotros.
Es un storyboard bilingüe :)
Una vez ya sabes lo que quieres hacer y lo tienes todo pensado, toca pasar a la acción y montar un pequeño escenario. Yo lo monté con mi trípode en alto y usé el suelo como fondo, pero también puedes usar la mesa como trípode y organizar una pequeña escena delante de la cámara, poniendo una cartulina o un papel de fondo. Incluso puedes usar una caja de luz y poner tu escena dentro.
Lo que es realmente importante es que tu fondo esté bien fijo (sujeta bien el papel o la cartulina a la pared y a la mesa para que no se muevan) y que hagas unas marcas que te sirvan de referencia para todas las fotos. ¿Qué marcas? Pues una marca en cada esquina, que encuadre las fotos. Así, si por lo que sea se te mueve un poco la cámara, o tienes cualquier otro problema, no pasa nada, porque las marcas te permitirán cortar todas las fotos de la misma manera, con el mismo enfoque.
En el suelo hice unas marcas con washi, pero si usas una cartulina puedes hacerlas con un rotulador grueso.
Ya solo te queda ir haciendo las diferentes fotos. Primero deja una del fondo sin ningún personaje y luego ve añadiéndolos poco a poco y haciendo todos los movimientos que querías. Recuerda que para que quede bien hay que mover los objetos poco en cada foto, unos milímetros. Si haces grandes movimientos no se verá ninguna progresión, sino unos saltos muy raros y no dará la sensación de animación.
Cada vez que muevas algo, saca una foto. No cometas el mismo error que yo (veréis que en mi animación hay alguna foto un poco desenfocada) y si tu cámara te lo permite, enfoca primero la escena y luego quítale el autofocus y déjalo en manual para no tocar más el enfoque. Así todas tus fotos tendrán la misma nitidez.
Saca todas las fotos que quieras, con todos tus movimientos. Ten paciencia y repite las fotos que no salgan del todo bien. Piensa que luego no podrás repetir alguna foto sola, porque te costará que la iluminación sea la misma y se notará en tu animación. Así que tómate tu tiempo ahora, más vale que sobren fotos.
Cuando ya tengas todas tus fotos, es el momento de cortarlas todas a la misma medida. Para eso vas a usar tus marcas, que te encuadran la foto. Corta todas las fotos según esas marcas, así todas tendrán el mismo tamaño y estarán centradas en lo mismo.
No sé si se ve mucho, pero en la parte gris, la que he cortado, está mi washi a rayas
Y ahora viene la fase de montaje, que no podría ser más fácil. Seguro que en tu ordenador tienes Windows Movie Maker (y si no lo tienes lo puedes bajar fácilmente y gratis desde la página de Microsoft). Pues ábrelo. Si tienes Mac, puedes utilizar el iStopMotion, funciona un poco diferente, pero también es muy fácil de usar.
Bien, ¿ya has abierto Movie Maker? Pues dale a "Agregar vídeos y fotos" y añade todas tus imágenes en orden. Se irán colocando a mano derecha, bien organizadas.
Solo te queda marcar el tiempo que quieres que esté cada fotograma en pantalla. Marca todos los fotogramas pulsando el ratón y Mayúsculas al mismo tiempo. Cuando los tengas todos seleccionados, vete a Editar y cambia la Duración. Verás que la mínima es un segundo, pero puedes escribir tú mismo el valor que quieras. Yo le pongo 0,20, que es una duración que me gusta y me parece que queda bien.
Y ya está, puedes mirar cómo queda tu vídeo en el visor de la parte izquierda. Chulo, ¿verdad? Ahora ya puedes importarlo en Archivo-Guardar película o publicarlo en YouTube, Facebook o donde quieras en Archivo-Publicar película.
¿Queréis ver cómo ha quedado el nuestro?