Nunca hemos estado tanto tiempo separados y una semana se nos ha hecho muy larga, sobretodo por los horarios. Cuando él llegaba al hotel y podía llamarme eran las 3 de la mañana en España. A la hora que él se iba a la cama eran la hora de levantarme, así que a las 7 de la mañana (hora española) volvíamos a hablar. Y cuando se levantaba, las 3 de la tarde en España, hablábamos de nuevo. Esta semana ha sido un descontrol y casi no he dormido.
Cuando llegó el viernes, día en que regresaba Monsieur Accidents a casa, me desperté con una idea en la cabeza, tenía que darle una sorpresa. Y pensando y pensando... ¿Y si le hago un cartel de bienvenida? Buscando por internet vi unas guirnaldas con letras muy pero que muy chulas.
Me puse como loca a buscar el material del que disponía y comprobé que podía hacer una, pero lo que no contaba era con el poco tiempo que disponía para ello y lo poco habilidosa que soy, así que casi me retiro nada más empezar.
Para este proyecto he necesitado lo siguiente:
Material:
2 cartulinas de color marrón de 29,80x20,90 cm
2 cartulinas de color blanco de 29,80x20,90 cm
lápiz
goma
pegamento
cordón
cinta de pintor
Herramientas:
Base de corte autocicatrizante
Cizalla
Cúter de precisión
Regla metálica
Crop-A-Dile
Tijeras
Os he comentado alguna que otra vez, dónde suelo comprar las cosas para hacer mis proyectos DIY, scrapbooking y manualidades, pero aquí os dejo de nuevo la lista:
Mr Wonderful
Deli Papel
Leroy Merlin
Ikea
Librería Dinos (Azuqueca de Henares)
Bámbola Casa Creativa (Tres Cantos)
Papelería técnica Vitrubio (Alcalá de Henares)
Vamos a comenzar con las cartulinas, yo he elegido la marrón para usarla como base y las blancas par las letras, de manera que las letras blancas resalten sobre un fondo oscuro.
Para preparar la base de cartulina para las letras cogemos una de las cartulinas marrones y la cortamos por la mitad con la ayuda de la cizalla. A continuación, volvemos a cortar por la mitad cada una de las mitades. Nos quedan 4 trozos de 14,90x10.45 cm de tamaño. Hacemos lo mismo con la otra cartulina marrón.
Ahora le toca el turno a las cartulinas que vamos a utilizar para las letras, para ello, cogemos una de las cartulinas blancas y la cortamos por la mitad con la ayuda de la cizalla. A continuación, volvemos a cortar por la mitad cada una de las mitades. Nos quedan 4 trozos de 14,90x10.45 cm de tamaño. Pero las letras tiene que ser más pequeñas que la base donde van a ir, por lo que las volvemos a cortar un centímetro alrededor, quedando unos rectángulos de 12,90x8,45 cm. Hacemos lo mismo con la otra cartulina blanca.
Ahora tenía que dibujar, ya que carecía de impresora. Empecé a dibujar la la W de Welcome, y este punto casi lo dejo... Era incapaz de dibujar la W y para colmo, cuando me di cuenta que la M es una W al revés... ¿Cómo se me había ocurrido semejante tontería? ¿En qué momento pensé que podría hacerlo?.... Y me fui a hacer otra cosa.
Pero como soy muy cabezona (como mis padres me repiten hasta la saciedad) nunca dejo de darle vueltas a las cosas, hasta que se me ocurrió otra manera de hacer la dichosa W, así que lo volví a intentar y esta vez mejor. Con la ayuda del cúter de precisión y la regla metálica, recorté la letra.
El resto de las letras eran más sencillas, al menos eso creía. Primero dibujar.
Y luego recortar con el cúter de precisión y la ayuda de la regla metálica.
Pero era la hora en que Monsieur Accidents aterrizaba y aún me quedaban la C y la O por hacer y el teléfono no paraba de sonar. Definitivamente no me iba a dar tiempo.
Una vez las letras terminadas, las pegué en las bases de cartulina marrón.
Les hice dos agujeros a cada una de ellas y pasé el cordón. Coloqué cada letra dejando una separación entre ellas para que quedara más bonito.
Ahora sólo quedaba pegar los extremos del cordón en el marco de la puerta con un poco de cinta para pintar. Pero justo cuando lo estaba haciendo me llamó Monsieur Accidents que venía de camino. Se había retrasado 1 hora... ¡Qué pena! ¿Qué pena? No, si no llega a ser por el retraso no lo hubiera podido terminar.
Cuando colgué el teléfono, me puse corriendo a colocar la guirnalda en la puerta de entrada al salón y le hice algunas fotos.
Ya podía ver quién había llamado y devolver la llamada. Era mi madre para ver cómo había llegado su yerno del viaje y le conté mi peripecia con la bienvenida. Mi madre es muy manitas, todo lo que se pone a hacer le sale bien, así que ya os podéis imaginar lo que se rió conmigo.
Bueno, después de todo, no ha ido tan mal ¿no? ¿Qué os parece? Para mí ha sido todo un triunfo ya que pensaba que no iba a estar a tiempo. Y Monsieur Accidents se llevó una gran sorpresa.