Desafortunadamente , en el reparto genético me tocaron unas pestañas, pestañitas más bien, cortas, rígidas y encima casi transparentes, ya os podeís imaginar que cuadro, así que una de mis obsesiones son los rizadores y las máscaras.
Finalmente creo que de todas mis pruebas, prueba-error, prueba-error-fracaso, prueba-error-casi-casi, este es el método que mejor me funciona a mi, sigo probando, claro, y si alguna de vosotras tiene esta obsesión y comparte mi búsqueda, contarme vuestras soluciones y nos podremos unir en el fan-world de las mini pestañas!
Bueno, os cuento lo que hago:
Sumerjo un goupillón en un tarrito con polvos translúcidos,
retiro el exceso
y me peino las pestañas.
Uso este rizador de Shiseido, que es mi favorito, lo caliento un poco con un mechero, sólo la parte superior, porque las leyes de la física hacen el resto y distribuyen la temperatura, pruebo con los dedos y cuando no quema, empiezo a rizarme las pestañas apretando durante unos segundos y subiendo.
Simplemente con el rizador mis pestañas ya empiezan a verse!!
Con otro goupillón limpio cojo un poco de máscara (si, esta la he tuneado yo :-P )
Y aplico, importante poner cara de oinsss, estoy súper asombrada, sabes? O sea..
Con un peine de pestañas, peino para separarlas.
Y yo encantada, al menos no me veo calvita...
Pero hay veces
Y otra buena capa de rimmel.
Si, es cierto, me recreo en ellas y la verdad verdadera es que les dedico más tiempo que al resto del maquillaje, que además siempre elaboro en sentido inverso, manías que una tiene. Primero máscara de pestañas, luego primer de párpados, sombras, eye liner, iluminador, primer ,base, colorete y labios.