Esto debí haberlo hecho hace meses o años, pero la verdad no tenía tiempo ni era algo que fuera prioritario para mí, pero ya tenía bastante viendo este pobre cuadro y deseando hacer algo por él. La bebé de las caritas soy yo, y estas fotos debieron ser tomadas hace más de 24 años, así que ya se imaginarán.
Como verán estaba bastante descuidado el cuadro, incluso la carita de en medio no se encontraba visible. Lo primero que hice fue desarmar el cuadro.
Aparte el marco, las fotos, el vidrio, todo. Después pinte el marco de blanco con pintura acrílica.
Como verán mis fotografías estaban muy deterioradas, sólo iba a trabajar sobre el marco y el fondo, pero al verlas así opté por retocarlas con un editor de imágenes (en mi caso uso GIMP)
En realidad no soy muy buena editando, la impresión quedo muy oscura. Pero al menos se quitaron en lo posible las manchas. Luego recorte un trozo de cartón grueso del tamaño del cuadro, para poner sobre él las fotos.
Compré un papel para regalo con un diseño que me pareció súper bonito y lo use como fondo del cuadro. Para ello trace un rectángulo auxiliandome del que ya estaba, también trace los óvalos para que se vieran las caritas. Lo recorte y pegué las fotografías detrás.
Finalmente limpie el vidrio y arme el cuadro como estaba en un comienzo, y éste fue el resultado:
¿Qué les ha parecido? Creo que realmente ha mejorado. ¿Tu también tienes este tipo de fotografías de cuando eras muy muy pequeñ@?
Fuente: este post proviene de El Rincón de Ana, donde puedes consultar el contenido original.
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