Si en verano lucimos alpargatas de tela con alegres dibujos de colores, ¿por qué no en los zapatos?
Desde que vi lo bonitos que le quedaron los manolos de Joly me quedé con ganas de probar (os recomiendo ver su vídeo).
Tienen que ser zapatos de piel para que absorban la pintura y no se cuartee.
Estos se habían quedado muy feos por el paso del tiempo y ya no había forma de limpiarlos, la duda estaba entre teñirlos enteros de otro color o pintarlos, y ya veis cómo se resolvió.
Aquí tenemos el antes y el después:
Antes de proceder limpié bien, lavando todo resto de betún previo y dejando secar.
Retiré cordones viejos y rellené con papeles arrugados para mantener la forma.
Están pintados con pinturas acrílicas y pinceles de diferentes grosores, capa sobre capa. Estilo libre.
Como el fondo es marrón clarito lo mantuve, aunque después lo fui rellenando entre las flores con diferentes tonos verdes difuminados.
Pero si fuese otro color que no me gustase o estuviese más estropeado aconsejo que primero cubráis todo el fondo y después vayáis superponiendo los dibujos.
Aquí tenéis algunas fotos del proceso que duró varios días, esperando que se secase una capa y continuando con la siguiente hasta completar toda la pintura.
También pinté en dos tonos diluidos la parte de atrás que tenía muchas rozaduras.
Para fijar el color y dar un ligero brillo, 2 últimas capas de látex muy diluido (para que no reste elasticidad).
En los lados mantuve el color original, capa de betún marrón claro y sacando brillo.
Y para finalizar, como pedían unos cordones nuevos, estuve pensando en poner unas cintas pero al final ganó el cordón de poliestireno naranja que ya me habréis visto usar para las pulseras de nudos.
¿Quién dijo que caminar es aburrido?
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Os espero!!