Descubrí este tipo de pintura hace algunos años por medio de la televisión inglesa. Annie Sloan comentaba cómo recuperaba muebles viejos, ya fuera por encargo (por motivos sentimentales) o para venderlos en su comercio. Recuerdo mi cara de escepticismo cuando decía que pintaba encima del barniz y que no realizaba capas intermedias de lijado, porque esa pintura agarraba sim problemas sobre cualquier superficie no porosa. Me pareció puro marketing, ya que ella había desarrollado su propia marca de esta pintura, y probablemente quería convencer de todas sus bondades.
Posteriormente fui localizando noticias y post sobre la misma, informándome más y convenciéndome lentamente. Quise probarla, pero era una moda que aún no había llegado a España, así que lo aparqué en mi lista de pendientes para sabe dios cuando.
Tras algún tiempo comenzamos a disfrutar de ella en nuestro país, pero como andaba liada con esto y con aquello seguí posponiéndolo. Hasta este verano.
Mi padre ha reformado por completo una casa en el campo y, como suele suceder en estos casos, al final del proyecto su cuenta bancaria ha quedado bastante resentida. Le sugerí guardar la pequeña colección de muebles viejos y muy pasados de moda para “restaurarlos” y convertirlos en algo que encajara, diera la utilidad que se necesitaba y quedase bonito y totalmente diferente a lo encontrado en cualquier otra casa. Porque esa es otra, lo que tú hagas es único en el mundo, tu firma personal. Y por mucho que intenten copiarte, no será tarea fácil, siempre tendrá una cualidad que lo distinga.
Ni que decir cabe que quede super-hiper-mega encantada. El trabajo fue sencillo, limpio y rápido, y sé lo que digo, porque ya antes he restaurado algún mueble a la antigua usanza (decapado, lija, poooooooolvoooooo por todas partes, y encima en un piso). El resultado ha sido resistente, no me preocupan los golpes, la pintura no salta. Y a todo el que lo ve, le fascina. Estoy muy, muy contenta. Y animada a repetir. Tengo un mueblecito en el baño de esos de Ikea hechos con listones de madera, que siempre he querido pintar de blanco, pero con tanta esquina y ranurita había decidido darlo por imposible, ahora solo tengo que pintarlo. ¡Adiós lija, no te echaré de menos! Y en una tarde pasará de estar empezado a acabado y colocado de nuevo en su sitio, porque seca en un plis.
Por supuesto que yo los muebles los barnizo, preferiblemente con barniz mate o satinado, pero también seca en un suspiro así que…
Voy a dejaros el vídeo que hice mientras que restauraba el mueble que os contaba para que veáis lo sencillo que ha sido el proyecto y lo realmente bien que queda. Por el precio de un bote de pintura podéis conseguir una decoración muy personal y muy barata sin renunciar a la calidad del producto (ya no hacen muebles como los de antes).
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