Hoy vengo con otro de los post más esperados. Me hubiera gustado poder sacarlo antes pero entre que tardé 3 fines de semana en pintar y que en el mundo 1.0 estoy hasta arriba el blog siempre sale perdiendo.
En fin, no lo demoro más y empiezo a contaros cómo fue la remodelación de mi cocina con chalk paint de Pinturas La Pajarita.
Antes de entrar en detalle os pongo en situación. Los muebles de mi cocina tienen poco más de 4 años y son los que puso la constructora.
Como véis, es estrecha pero bastante larga y los armarios son enormes, por lo que tienen mucha capacidad de almacenaje
Cuando nos compramos la casa una de las cosas que no me gustaron fueron precisamente los muebles de la cocina. Me gustan las cocinas blancas (como el resto de mi casa je je) y estos muebles no pegaban para nada con mi estilo, pero al ser nuevos me daba pena cambiarlos, por no hablar de que en un futuro no muy lejano quiero hacer un "open concept" entre el hall, el salón, la cocina y el comedor y entonces sí pondré la cocina de mis sueños.
Así está la distrubución actualmente
Y así será en un futuro no muy lejano, donde la protagonista de este open concept será una gran cocina con una gran isla (eso espero je je)
Bueno, que me lío. Volvamos a los muebles de la cocina. En principio no sopesé la idea de pintarlos, más que nada por ser muebles de cocina y por el tute que se les da, así que contacté con Fagor (es la marca de mis muebles) para pedir presupuesto y cambiar solo las puertas, pero el presupuesto fue taaaan desorbitante que me planteé en serio pintarlos y me puse a buscar info.
Por casualidad, cuando fui a Bauhaus a por esta tarima (para la cocina) que había visto unos meses antes
pasé por la zona de pintura y vi el stand de pinturas La Pajarita. Yo no conocía esta marca pero el vendedor me habló maravillas de ella; aún así yo estaba recelosa (por la mala experiencia que tuve con otra marca de chalk paint, puedes leerlo aquí) y solo compré un botecito pequeño para probar. Probé sobre el interior de un mueble y literalmente aluciné: la adherencia y el acabado son excepcionales, no parece que los muebles estén pintados. Desde luego 100% recomendable, nada que envidiar a la de Annie Sloan (mi chalk paint de referencia desde hace 7 años) y, de verdad os digo que si os animáis a pintar sea con esta marca (y que conste que este post no está patrocinado, que todo todito lo he comprado yo).
El proceso que seguí fue el siguiente:
MATERIALES NECESARIOS:
- desengrasante o alcohol
- balleta o algodón
- pintura chalk paint de La Pajarita (yo gasté casi 2 botes grandes, color gris kioto; podéis ver la carta de colores aquí)
- 3 botes de barniz ultramate (175 ml, clic aquí para verlo)
- una lija de grano fino
- cubeta, rodillo de espuma (como este) y pincel o brocha pequeña para las esquinas, embellecedores...).
Aunque me gustan las cocinas blancas, mis azulejos son blancos, por lo que preferí elegir un gris. En principio elegí el tono London Grey pero finalmente me decanté por el Gris Kyoto porque tiende a un color verdecito que me gusta mucho.
ANTES DE PINTAR:
1º.- Quitar las puertas de los muebles y retirar las bisagras y tiradores. Yo soy un poco maniática y pegué con celo a cada bisagra y tirador un cartelito para saber de qué puerta era.
2º.- Una vez que hayas retirado todas las puertas (te aconsejo hacer las de arriba o abajo de una vez y una vez acabadas éstas hacer las otras) hay que limpiarlas. Aunque se vean limpias es bueno pasar o un desengrasante con una balleta o alcohol con un algodón (esto me lo dijeron dos seguidoras de IG, yo los limpié con KH7).
3º.- Ahora toca pasar una lija. No hace falta ni apretar ni insistir en ninguna zona en especial. Solo hay que pasarla por toda la superficie como si estuviérais pasando un paño.
4º.- Con un paño retiramos el polvillo que haya podido salir al lijar y ponemos la puerta sobre una superficie plana. Yo me ayudé de banquitos pequeños.
en esta foto se estaba secando la segunda capa de barniz
PROCESO DE PINTADO:
Lo primero que pinté fue el embellecedor que tengo arriba y abajo de los muebles superiores y la parte que rodea la campana extractora. Para ello me ayudé de un pincel. Tardé bastante, la verdad pero según se secaba y veía el resultado me animaba a seguir.
Embellecedor pintado con una sola capa. Después di otra más, aunque el acabado "empolvado" era perfecto solo con una capa.
Proceso de pintado de los laterales que rodean la campana: primero pinté todos los bordes con un pincel grande.
Este es el resultado tras la primera capa.
Puertas superiores quitadas y embellecedores y laterales de la campana con dos manos de pintura y barnizados.
Para las puertas seguí el siguiente procedimiento:
1º.- Echamos un poco de pintura sobre la cubeta y mojamos el rodillo, quitando el exceso de pintura en la misma cubeta. Yo echaba, más o menos, una cucharada de postre con cada pasada de rodillo, y tenía para el ancho del rodillo en todo lo ancho de la puerta, para unas dos o tres pasadas. En función del color de vuestros muebles y del color de pintura elegido veréis si tenéis que dar dos manos de pintura o solo una. Yo di dos manos en todas las zonas vistas (exterior de las puertas, zócalos y embellecedores) y una mano en el interior de las puertas.
Os recomiendo no excederos con la pintura que dejáis en el rodillo. Es mejor echar otra capa a que la pintura no quede bien extendida.
Interior de las puertas
2º.- Una vez que hemos pintado toda la superficie, hay que dejar secar. El secado de esta pintura es muy rápido (menos de una hora). Yo lo que hacía era poner varias puertas seguidas e ir pintándolas una tras otra, de manera que cuando acababa con la última la primera ya estaba seca.
resultado tras una sola capa de pintura. Si os fijais se aprecia un pelín el color original de la puerta, por las zonas donde se ha extendido demasiado la pintura, por eso di una segunda capa.
Consejo:al pintar pasad el rodillo en horizontal y luego en vertical, sobre la misma zona a pintar.
Detalle con dos capas de pintura y barnizadas
3º.- Cuando hayáis echado las capas que queráis de chalk paint hay que echar el barniz (un inciso: no recomiendo lijar entre capa y capa de pintura; lo probé con una puerta y se notaban las pasadas de la lija y me tocó darle otra capa de pintura).
Nunca había trabajado con un barniz de este tipo. Es muy líquido (e inodoro) y al principio me costó "cogerle el punto". Tendréis que estirarlo bastante (también con un rodillo) pero tened cuidado porque si lo extendéis demasiado, al secar se notará por dónde hay menos barniz y si no lo extendéis bien se quedarán zonas blanquecinas.
Una vez que esté seco (también seca rapidísimo, esperad que seque entre capa y capa; en mi caso eché dos capas en el exterior de las puertas y embellecedores y tres capas en el zócalo de abajo. En el interior de las puertas eché solo una capa de barniz) ya podéis poner las bisagras y tiradores.
Y el resultado final es este (cocina recogida para la foto, of course, je je). He intentado que en las fotos saliera el color lo más fiel a la realidad, por eso quizá las fotos parecen un poco oscuras pero si bajaba la apertura se distorsionaba el color real. Lástima que el día que hice las fotos estaba muy nublado, pero bueno... creo que el color que aparece es casi exacto a la realidad.
Ahora el suelo combina perfectamente con los muebles
No llegué a gastar los dos botes de chalk paint que compré, así que aproveché a pintar el especiero de ikea que tengo desde hace mil años (lo compré cuando me casé, en 2004, y cuando me mudé de casa no quise dejarlo)
La pizarra es un pequeño escritorio de Ikea que customicé al mudarme a esta casa. Dentro guardo mis libros de cocina y un pequeño ordenador portátil, donde me siento a hacer los menús semanales, la lista de la compra...etc.
Estoy muy contenta con el resultado, aunque la prueba de fuego la tendremos dentro de unos años, tras ver cómo afecta el tute que le doy a la cocina a esta pintura je je. A ver qué tal aguanta la pintura. De momento sigue en perfecto estado.
No es la cocina de mis sueños, ni mucho menos, pero al menos ahora sí está más en consonancia con el resto de mi casa y además mi Kitchen Aid y mis lecheras de ikea ahora "pegan" divinamente.
¿Me contáis qué os parece el resultado? Sin duda es un gran esfuerzo físico, pero el resultado merece la pena (y encima tendréis una cocina nueva por unos 60 euritos :P ) ¿Os animáis?
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