Es una antigua costumbre entregar a los invitados de una boda, comunión, o cualquier otra celebración, un obsequio a modo de recuerdo. Es un detalle que se hace con la ilusión de perpetuar la felicidad compartida.
Hace unos meses una amiga, con motivo de una celebración familiar, me encargó hacer unos detalles bonitos para recordar. Eché mano de mis patrones y nos decidimos finalmente por esta casita para pájaros de tela.
Se puede usar para decorar una maceta, o colocar en cualquier otro lugar que se te ocurra y quede bonita. Yo puse la mía en una pequeña pizarra que tengo en el taller. Donde quiera que estén las otras que con tanta ilusión hice, espero que cada vez que las miren sirvan de recuerdo de un día especial.