Necesitaremos:
piezas de loza blanca (platos, taza, ensaladera, jarrones...)
un recipiente que no utilicéis para otras cosas, puede ser un táper viejo o cualquier recipiente reutilizado.
agua
esmaltes de uñas
pintura dorada al alcohol
pincel
pasta de modelar
rodillo
Llenamos de agua el recipiente y vertemos esmaltes de uñas en él de manera aleatoria y sólo los colores que queramos utilizar.
Rápidamente sumergimos la pieza de loza que vamos a pintar y sin moverla dentro del agua la sacamos de un solo movimiento. Es decir, sumergir y sacar.
Si tenemos un escurridor de platos vertical podemos dejar ahí nuestros platos para que se sequen.
IMPORTANTE, fijaros si el esmalte es brillo o mate, porque ese será también el acabado que os quede en vuestra pieza.
Cuando estén secos, (una hora o menos) podemos dar unos toques decorativos a nuestro efecto marmolado con pintura dorada y un pincel, haciendo rayas irregulares en zonas estratégicas.
Con uno de los platos pequeños, he aprovechado para hacer una pequeña bandeja para dejar las joyas. Utilizamos pasta de modelar blanca que si habéis hecho plastilina alguna vez con vuestros hijos, es lo mismo. Para trabajar mejor nos humedecemos las manos y si notamos que se seca, la humedecemos un poco para seguir modelando con ella.
He hecho algo que se parece a un pajarito ;), tampoco soy escultora, oye, jeje. Lo dejamos secar, un día o dos (esto podemos acortarlo si lo metemos al horno) y una vez seco lo pintamos. He utilizado la pintura dorada al alcohol.
Pegamos la pieza al platillo de loza y ya tenemos nuestro propio joyero. Un bonito regalo personal para estas navidades.
Espero que os haya gustado y como siempre, os animo a emprender alguno de estos trabajos. Enseñar cosas que has hecho tu mismo, da mucha satisfacción y si además tus regalos son así de personales, nadie te superará estas navidades.
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