Nos fueron indicando a cada uno el lugar que nos correspondía y a las once de la mañana ya estaba todo listo y compuesto para recibir visitas (aunque ya había gente antes de eso).
Aprovechando que la plaza tiene como dos altillos la organización nos dividió en la zona de puestos de segunda mano y la zona de artesanía (aunque había algún puesto también de segunda mano).
Para que la gente se animara a acudir tuvimos el placer de presenciar en concierto a The trunk (que nos vinieron a hacer una visita durante el mismo) y antes y después de la actuación, para amenizar un poco el ambiente, la organización puso una música ambiente de lo más decente.
Hacia el mediodía pudimos disfrutar, por sólo 2?, de un plato de paella de lo más generoso que estaba estupenda, para que os hagáis una idea hicieron dos paelleras enormes y no sobro nada ...
En general la experiencia fue genial, el tiempo acompaño (aunque el viento diera un susto de vez en cuando), la gente se animo a venir y a bailar al son de The trunk, la organización estuvo pendiente de todo en todo momento (incluso nos tuvieron que ayudar con algún que otro toldo rebelde) y la verdad es que me gustaría participar en las siguientes ediciones.
He dejado lo más importante para el final, ya sé que no se suele hacer, pero quería extenderme un poco en esto, lo que realmente me gusto es como la gente se ha volcado con la recaudación de la comida (y eso que el día anterior hubo una fuerte campaña de recogida de alimentos en la mayor parte de supermercados por toda España), se regañaban unos a otros si se habían olvidado de traer algo, los despistados aprovecharon a ir a la tienda de barrio que estaba abierta para poder aportar su granito de arena (de arroz en este caso); con esta iniciativa se ha logrado darle algo de vida al barrio, que la gente pudiera pasar un rato de ocio, que la pequeña tienda pudiera conseguir unos beneficios extra y que el Banco de alimentos Rías Altas pueda hacer llegar más comida a más gente, sin olvidarnos del detalle de regalar semillas de flores (nosotras también tenemos la nuestra) para poder alegrarnos un poco la vista y conseguir que el barrio de las flores vuelva a estar lleno de ellas.
Estas son las iniciativas que de verdad aportan algo, porque no exigen nada a la gente y muchas personas se ven afectadas (directa o indirectamente) de una forma positiva.
Fuente: este post proviene de O recuncho da Meiga, donde puedes consultar el contenido original.
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