Para hacer unas transferencias con acetona, necesitaremos:
Acetona pura, no sirve el quitaesmalte de uñas.
Bastoncillos para los oídos.
La imagen imprimida que queramos transferir. ¡CUIDADO! con el texto, ya que al transferir la imagen se voltea, por eso si queremos transferir texto o que la imagen quede en la posición original, con un programa de edición de fotos debemos rotar la imagen.
Superficie a transferir, cartulina, papel de acuarela...
Sobre la superficie a transferir, colocamos la impresión boca abajo y con un bastoncillo vamos empapando de acetona la imagen haciendo una ligera presión.
Este paso lo repito dos o tres veces. Es importante tener cuidado al presionar, ya que el plástico del bastoncillo puede dejar marcas en la transferencia. Si vemos que el algodón se desgasta, utilizamos otro.
El cielo esta lleno de marcas para que veáis de lo que os hablaba en la anterior imagen. Es mejor utilizar otro bastoncillo que estropear la transferencia. Fijaros que la imagen queda volteada una vez transferida, por eso, si queréis que quede exacta, rotarla con un programa de edición de fotos.
Y esto es todo, sencillo y queda chulo!