Hace unos años ni siquiera se me hubiera ocurrido reciclar un molinillo de café antiguo, sobretodo si estaba desconchado y oxidado, seguro que lo hubiera tirado directamente a la basura. Sin embargo ahora, después de ver transformaciones realmente sorprendentes y de probar diversas técnicas para reciclar, renovar y restaurar objetos y muebles, soy capaz de mirar lo viejo con otros ojos.
El pasado domingo visité un mercadillo de antigüedades y entre la cantidad de objetos que vi más o menos interesantes me encontré con un antiguo molinillo de café. A pesar de que estaba literalmente “comido” por el óxido, lo que más me gustó de él fue el labrado que había en sus diferentes caras.
Después de cogerlo y observarlo con detenimiento pensé que quedaría bien si le aplicaba la misma técnica que utilicé para decorar una de las cajas que me llevé a la feria DIY Show, concretamente la que pinté con pintura pizarra en spray.
Como todavía os debo varios tutoriales sobre las decoraciones que realicé para la feria, voy a aprovechar este paso a paso para explicaros cómo pintar un objeto o mueble con pintura pizarra en spray.
Materiales necesarios para reciclar un molinillo de café antiguo
– Papel de aluminio para eliminar el óxido.
– Pintura pizarra en spray color piedra y verde menta, se puede adquirir online en este enlace.
– Taco de lija de grano medio.
– Acetona para realizar la transferencia.
– Cera incolora para proteger el acabado.
Reciclar un molinillo de café paso a paso
En primer lugar eliminé el óxido que se había formado sobre la chapa de metal, para ello utilicé tiras de papel de aluminio tal y como explico en este post.
Bajo la herrumbre apareció el color metalizado de la chapa y unas manchas oscuras como consecuencia del desgaste y la corrosión a la que había estado expuesto.
A continuación protegí con cinta de carrocero el pomo del cajoncillo y el de la manivela, seguidamente di una primera capa de pintura pizarra en spray de color piedra. La gran ventaja de utilizar pintura pizarra en spray es que obtienes adherencia y cobertura total en una sola pasada, todo ello sin marcas de brocha o rodillo y en apenas unos minutos.
Consejo: para pintar con pintura en spray (ya sea pizarra o de otro tipo), en primer lugar hay que agitar muy bien el envase entre 3 y 5 minutos aproximadamente, ya que de esta forma obtendremos un color uniforme y evitaremos que se produzcan gotas con exceso de pigmentación. A la hora de pulverizar hay que mantener una distancia de unos 25 centímetros para evitar acumulaciones de pintura sobre el objeto o mueble que vayamos a pintar.
En la siguiente imagen podéis ver cómo quedó el molinillo con una única mano de pintura pizarra en spray. Aunque en la foto parezca blanco, el tono piedra que utilicé se asemeja al gris perla.
Nota: recuerda que la pintura pizarra se adhiere a materiales como madera, vidrio, metal o plástico sin necesidad de aplicar aplicar imprimación previa. Puedes consultar este enlace para saber en qué casos conviene aplicar imprimación antes de pintar.
Como mi intención era dejar el frontal del cajoncillo y la parte superior del molinillo de color piedra y pintar el resto de color verde menta, cubrí la cúpula superior con cinta de carrocero y una vez pasó el tiempo recomendado por el fabricante para el repintado (en este caso una hora), di una segunda capa con pintura pizarra en spray de este color.
Consejo: siempre que vayáis a pintar cualquier objeto o mueble ya sea con esmalte acrílico, pintura pizarra o pintura en spray debéis leer las instrucciones y recomendaciones del fabricante, teniendo en cuenta el tiempo de secado al tacto, el de repintado y el de máxima adherencia.
Una vez se hubo secado totalmente la capa de pintura verde menta, hice la transferencia de un texto e imagen vintage con acetona (en este enlace podéis ver cómo realizar este tipo de transferencias paso a paso). A continuación os dejo las plantillas que utilicé:
Imagen: thegraphicsfairy.com
Imagen: thegraphicsfairy.com
Consejo: recuerda que la acetona puede eliminar la pintura por ello aplica una pequeña cantidad con un bastoncillo de algodón, únicamente sobre la parte de la imagen o texto que quieras transferir. Por otra parte, si la transferencia ha quedado poco definida siempre puedes repasarla con un lápiz de color negro.
Para acentuar el estilo vintage del molinillo lijé algunas partes como las esquinas, el labrado y el texto que había transferido.
Con el lijado comprobé que la adherencia de la pintura al metal había sido buena ya que en algunas partes tuve que utilizar un cutter para rascarla.
Finalmente le di un par de capas de cera incolora para proteger la pintura y proporcionar un acabado satinado (puedes ver en este enlace cómo aplicar un acabado a la cera). Además la cera tiene la particularidad que le “saca los colores” a la pintura pizarra, consiguiendo un tono un poco más intenso tras su aplicación.
En la siguiente imagen podéis ver la diferencia entre un molinillo de café viejo y oxidado y un molinillo de café reciclado al que se le ha dado una segunda oportunidad ¿a que ha merecido la pena?
Las transferencias y los colores empolvados de la pintura pizarra han contribuido a darle al molinillo el efecto vintage que buscaba. Por otra parte, gracias al lijado he conseguido devolverle años, aunque esta vez bien llevados.
Como se suele decir… ¡quién te ha visto y quién te ve!
¿Qué os ha parecido el antes y después de reciclar un molinillo de café? ¿Habéis restaurado o reciclado alguno? Si no es así y tenéis la suerte de tener una de estas piezas olvidada en el trastero ¡rescatadla! Ya habéis visto que por muy estropeada que esté es posible reciclarla y darle una segunda vida.
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