Material de partida: una bolsa de plástico grueso proviniente de una funda de protector de colchón que ya no iba a usar. Demasiado rígida y atractiva como para desaprovecharla. ¡Me daba pena tirarla!
Sobre todo cuando luego vas de viaje en avión y no tienes un neceser transparente para meter los líquidos y el maquillaje que no quieres facturar.
Síndrome de Diógenes de luxe.
En los chinos y supermercados venden bolsas transparentes con botes pequeños para estos casos, pero:
a) No tienen el encanto del reciclaje DIY, customizado.
b) Suelen venir con cierre zip y no cremallera, y los cierres zip son una mmmmierda, se rompen en seguida.
c) Suelen ser pequeños, insuficientes para mis necesidades.
d) Los botes que te dan luego realmente nos los usas porque usas los tuyos. Yo no suelo llevarme gel y champú, eso ya lo tienen en los hoteles, pero sí maquillaje líquido y cosas así, y eso no lo cambio de envase. Además los sprays de perfume suelen ser rematadamente malos, y poco herméticos.
e) No suelen tener asas, y los encuentro incómodos (las asas también pueden servir por si en vez del aeropuerto te los llevas al gimnasio y quieres colgar el neceser en un gancho).
f) Al final estás pagando por una porquería de bolsita de plástico con cierre.
Así que me puse a customizar mi bolsa de plástico. Los laterales ya estaban cosidos, el tamaño ya me parecía bastante adecuado, pero de todas maneras hice una prueba aparte por si el plástico resistía el pespunte. Y correcto: el plástico es suficientemente duro como para resistir fuertes tirones sin que se desgarre por las costuras.
Reutilicé una cremallera blanca proviniente de otro neceser regalado (al final, los neceseres plastificados comprados no duran un pimiento) que ya estaba roto que tenía el tamaño óptimo, aunque no es de una calidad extraordinaria. El problema es que quedaba muy soso sólamente así, así que pensé en ponerle una cinta embellecedora escondiendo la costura de la cremallera, y de paso hacer unas asitas.
Ninguna de las cintas que tenía pendientes de reutilizar se adaptaba al neceser por longitud, anchura o color, así que utilicé una que vi en los chinos de lunares que queda discreta y chic.
Quedaba bien (ni muy llamativa ni muy sosa) para decorar el contorno pero para hacer las asas era demasiado blanda, así que pegué un trozo de cinta sobre otro con la entretela adhesiva de doble cara (Heat and bond sewable en mi caso) y quedó un material semirígido para las asas muy aparente y sin costuras. La gente que prefiera usar cordones o cintas blandas lo puede hacer sin problemas.
Gasté el resto de la cinta para fabricar las asas pegando ambas caras entre sí con ayuda de una entretela adhesiva, y el resultado se aguantaba tieso.
Detalle de las primera costura de la cinta de contorno con la cremallera y a las asas.
Para que no se viera tan fea la parte trasera de la cremallera cosí por el otro lado una cinta blanca prácticamente del mismo grosor.
También se puede usar una cinta washitape que pegue bien, pero no sé si resistirá igual de bien el trote y el contacto con líquidos.
Una simple cinta blanca de más o menos el mismo ancho que no quita protagonismo a la exterior.
Para no agujerear en balde el plástico recomiendo sujetar las piezas con clips y pincitas de escritorio mientras se cose, en vez de usar alfileres, aunque el plástico resbala mucho.
No tuve problemas con el prensatelas común para coser el plástico; se deslizaba bien.
Al final me abstuve de coser las esquinas para que el fondo del neceser quedara más "cuadrado" (por favor, si alguien conoce el término de costura para ese acabado tan típico de los neceseres que me lo haga saber, ¡Gracias!)
Resultado final, con un trocito de cinta para hacer de tirador de cremallera añadido en el último momento, sacado del típico tirante que tienen las prendas nuevas para colgarlo en las perchas de la tienda.
Resultado: neceser de líquidos más grande y mono de lo normal pero cumpliendo la normativa.
Lástima no tener más bolsas de plástico igual de grueso para hacer más...habrá que estar ojo avizor. ¡No tireis las que veais!
Todo el espacio que quieras para maquillaje, líquidos, medicamentos, y sobra para otros objetos de neceser que no sean líquidos.