Así fue como hice un curso en Perfecta! y aprendí a hacerlos de vellón de lana con aguja para fieltro.
Creo que el secreto de los muñecos está en su cara. Si tienen una cara simpática, serán unos preciosos muñecos. Lograr esas caras es lo complicado, aunque con paciencia se puede todo.
Así fue entonces que me animé a empezar a tejer a dos agujas otros muñecos:
La coneja y la elefanta de Little Cotton Rabbits
Luego me animé a confeccionar los muñecos en tela:
Paseando por un Festival de Quilt en Chicago, Estados Unidos, encontré un kit con patrones de muñecas. Había dos muñecos ya cosidos, y entonces con los patrones -que eran usados- le confeccioné la ropa a la muñeca tipo amish.
Con el molde de la otra muñeca comprada, opté por pintarla.
Usé un marcador indeleble, a prueba de agua, y le tejí un vestido con un resto de lana.
Le dibujé la cara, y el cabello, y le cosí a modo de hebilla, una rosa rococó confeccionada con cinta.
También encontré el molde de un oso, y con una madeja de angora de color lila, tejí un oso.
Peeeero, quienes tenemos mascotas, sabemos que cuando los muñecos de lana quedan a su alcance....pueden pasar estas cosas: un ataque!
Asi que, manos a la obra. Empezó su reconstrucción.
Le cosí las "heridas", y le tejí un chaleco para que no se vea el ataque. Le busqué una cinta, para disimular otros golpes.
Y ... así quedó.
Precioso.
Navegando la red, me inspiré para hacer conejos que regalo cuando tejo alguna manta para bebé.
Y mi último amigo, es el zorrito, que trabajé con las indicaciones de una artista argentina, Yan, creadora del Mundo de Pica Pau. Su libro es muy bueno, y vale la pena tenerlo.
Espero haberlos inspirado a que hagan sus propios muñecos.
No van a poder parar!
Hasta la próxima.
Bicha.