La decisión fue difícil, porque me encantaban todos los modelos de la selección que os presenté, pero al final pensé en lo mucho que le gustan a Pablete los perros y me decidí por el dulce perro Leopoldo que había encontrado en el blog conadeartesania.
El patrón es una pasada, es muy fácil de seguir, lo cual era un plus teniendo en cuenta que era la primera vez que tejía un amigurumi.
Yo lo seguí al detalle, con un par de modificaciones. Como siempre digo, en cada labor, en cada prenda, en cada cosa que hagamos, tenemos que dejar nuestra propia huella :)
Para poder hacer un amigurumi hay que conocer tan sólo dos puntos básicos del crochet: el punto bajo o medio punto y el punto raso, y además hay que saber un anillo mágico, que es el santo grial del amigurumi. Podéis aprender a hacer estos puntos en el curso básico de amigirumis de Lanas y ovillos.
Para hacer el perrito Leopoldo yo usé tres colores distintos y necesité 3 ovillos de hilo gris claro de 50 gr., 1 ovillo de hilo negro grafito de 50 gr. y una blanca de 50 gr.
El modelo de compone de 6 piezas básicas:
La cabeza con el morro, las orejas y los ojos.
El cuerpo, con la cola
Las patas delanteras, que yo hice un poco distintas al patrón, ya que fui cambiado de color. Empecé el anillo mágico con color negro, a modo de huella, cambié a blanco en la vuelta 4 y a partir de la vuelta 21 continué en gris.
Las patas traseras, donde cambié de color siguiendo la misma pauta. Empecé en negro hasta la vuelta 10, en la 11 cambié a blanco y desde la vuelta 12 tejí en gris.
Por supuesto, no podemos olvidarnos de la guata para el relleno. Yo empleé guata sintética que saqué de un cojín que no usábamos.
Et voilà…aquí tenéis el resultado
Para ser el primero no esta mál ¿verdad?
Seguiré practicando porque me ha encantado; ya lo iréis viendo.
De momento os dejo, hasta la semana que viene.
Disfrutad del fin de semana y animaos con un amigurumi :)
¡Hasta pronto!
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