Hoy os enseño la transformación que ha sufrido una lata de tomate para ser un bonito tarro de cocina.
El material es bien sencillo,
Una lata de tomate ya limpia y sin etiquetas y pasta de modelar.
El proceso es forrar la lata con la pasta y en el borde hacerle una forma redondeada para que no corte.
He hecho también un detalle de un gancho, una forma como si se quisiera colgar el tarro.
Forrado el tarro, le he hecho un dibujo con un palillo y lo he dejado secar.
Una vez seco se me ha agrietado un poco, pero no se ha roto así que lo he pintado con mucho cuidado.
Por dentro le he dado varias capas de blanco. Por fuera azul y mucho color a las flores y plantas del dibujo que hice.
Y et voilá!
Un tarro lleno de color, único y original!
Es muy fácil y divertido. Anímate a hacer tu propio tarro personalizado. :-)
Con este post participo en la fiesta Me gusta reciclar de facilísimo.
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