“Las locas historias de Einn”: Marioneta, botox, y mascota

Einn episodio 3
La tercera entrega de “Las locas historias de Einn” ha llegado como cada viernes. Si te perdiste la primera, con Einn en la mina, o la segunda, cuando llega a la gran ciudad, puedes ponerte en antecedentes con un click en ellas para que no se te escape un detalle de esta apasionante historia.

Episodio 3. Marioneta, botox y mascota.

Mi trabajo era de chico para todo. Gorje, mi jefe, me hacía limpiar el local, fregar vasos, recoger las mesas y otras tareas algo más extrañas como más tarde comprobareis. Frecuentemente me exigía que respirara helio para carcajearse de la vocecilla que el gas me ocasionaba, y aunque él decía encanarse nunca le vi ni sonreír. Los clientes sí que se reían, incluso me lanzaban monedas, que aunque me venía bastante bien como propinas, me las tiraban con el propósito de descalabrarme, algo que también ocurría y en mayor medida cuando tocaba imitar a una marioneta. Como no se me ocurría ningún personaje al que emular, siempre intentaba hacer el robot, pero incomprensiblemente los clientes pensaban que estaba imitando a Raphael.

ein marioneta botox y mascota


 

Frecuentemente me enviaba a hacer recados, algunos me parecían sospechosos y poco legales, como aquella vez que me comentó que tenía que introducirme por el ano dos fardos de 11 kilos de comida preparada ya que según él “esa era la única forma de que llegara caliente a su destino”

El destino era una mujer de unos cincuenta y tres años, de apariencia muy extraña, y que parecía tener la piel super estirada, la verdad, daba un poco de miedo/grima. Cuando le entregué los fardos era tal su tensión facial no pudo ni hablarme, me miro como queriendo agradecerme la entrega, y solo después de mirarme muy fijamente durante varios minutos, alcanzó a guiñarme un ojo a la vez que se le elevaron las tetas varios centímetros. Más tarde me explicaron que era por el botox.

A pesar de los ?encarguitos?, lo recuerdo como una época feliz. Comía y bebía, a veces incluso una vez al día y no siempre eran sobras de los platos de los clientes. Con los pequeños ahorros que conseguía haciendo de marioneta me permitía ciertos lujos, tales como una cuña de madera y un radiocasete de coche que nunca pude hacer funcionar, pero que siempre me acompañó y hacía que me sintiera importante.

Desgraciadamente pocas cosas buenas duran suficiente tiempo en esta vida, y la policía acabo con esta aventura, os cuento. Mientras investigaban el caso del ?tráfico de comidas razonablemente calientes?, pillaron a Gorje en la cama con la señora del botox que según averigüé se llamaba Purificación y como siempre vestía de Privata todos la llamaban Purificata. Al advertir los agentes de que cuando la interrogaban le costaba tanto hablar, y que cuando al fin lo lograba se le elevaban las tetas de forma exagerada, les entro tanta risa reprimida que a uno de ellos le dio un infarto tan fuerte que acabo con su vida e hirió a su compañero. Así fue como acusaron a mi jefe de homicidio involuntario, y aunque el juez consideró atenuante la circunstancia de que el cadáver parecía que se estaba partiendo de risa, Gorje termino entre rejas dejándome nuevamente en la calle.

En la calle y solo. La soledad me preocupaba bastante, así que decidí que me haría con una mascota y aunque existían otras posibilidades, finalmente me decidí por un? animal. Debía elegir bien, se trataba de buscar al fiel amigo que me acompañase en las frías noches de invierno que me esperaban. Por fin, lo vi claro, elegí un animal único cuya mirada me pareció llena de cariño y ternura. Elegí? un tordo. Me debatía entre uno capturado en la calle, u otro comprado en una tienda de mascotas. La opción ?callejero? tenía como puntos fuertes que al tratarse de un animal que también sabía de la soledad seria seguramente más cariñoso y además gratis. De la opción tienda de mascotas no se me ocurrió nada relevante, solo que estaría limpio y que seguramente sería caro y probablemente menos cariñoso que el callejero, así que decidido fui a la tienda y lo compré, eso sí, con algún percance.

El proceso de compra fue largo y doloroso. Yo había oído hablar de los plazos, pero el vendedor no. Cuando se lo expliqué me comento que sí, que me dejaba pagarlo a plazos, pero eso sí, solo en uno. Le sonreí y el también a mí. Pensé que nos haríamos amigos y nos abrazaríamos. Él pensó que me partiría las piernas. Después de una breve pausa cada uno hizo lo que pensaba.

 

Continuará

La entrada “Las locas historias de Einn”: Marioneta, botox, y mascota aparece primero en .

¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Recomendamos

Relacionado

general mr. pángala y sus relatos

Al grano: he de contar en pública concurrencia que el matrimonio Pángala está escuchando con demasiada frecuencia que Einn es un desgraciado. Así nos lo dicen en todos los eventos a los que acudimos, familiares y amigos esperan que Einn tenga un golpe de suerte, cosa que no alcanzamos a comprender. Einn es poseedor de grandes tesoros, uno de ellos es la amistad. Josete, Jose T., hoy nos hablará de ...

general mr. pángala y sus relatos

Episodio 7. Einn feriante: 1ª parte. Todo iba bien. Acababa de conseguir trabajo como feriante y al día siguiente empezaba en las fiestas del pueblo. Los propietarios de atracciones se desplazaban en varios vehículos, algunos en sus propias caravanas, aunque a mí me tocó ir en una especie de furgoneta junto con otros dos contratados para el verano. Que la furgoneta no tuviese asientos no era un gr ...

general mr. pángala y sus relatos

Antes de nada quisiera comunicarles que nuestro espacio se emite hoy en un nuevo formato. Adaptándonos a los nuevos tiempos disponemos de un profesional que trasladará todo lo que aquí se diga, en lenguaje para sordos y además cuenta, también a partir de este momento, con traductor simultáneo para la emisión hacia los países de habla lapona. Hoy  en nuestro programa contaremos con la presencia de ...

general mr. pángala y sus relatos

Tras cuatro años de duro esfuerzo y sacrificios lo conseguí. Por fin tenía el título que me cambiaría la vida. Habían sido muchas noches de estudio y sueño. Muchos días de dedicación absoluta, pero cada minuto había valido la pena. Estaba feliz, más que eso, exultante y no dejaba de pensar que era el momento de dar el salto y cambiar mi vida de una vez. Me relajé sentándome en el banco de un parqu ...

general mr. pángala y sus relatos

Mientras limpiaba la plata en mi labor como ayudante adjunto de criado en la mansión Forat Clot Bujero´s, sentí una especie de estampido justo al empezar a frotar una pequeña lámpara de aceite. Tras unos momentos de confusión inicial y la sensación de haber sido alcanzado por un rayo, escuché un estruendo que identifique como una voz sobrenatural y poderosa. Se trataba de un genio que, según me di ...

general mr. pángala y sus relatos

Cómo pasa el tiempo. Casi sin notarlo y ya llevo tres meses aquí, en Tíbet. Ahora que espero la deliberación acerca de mi última "travesura". Es tiempo de reflexión. No puedo dejar de pensar en el momento en el que aparecieron aquellos cinco monjes en la barra de striptease en la que trabajaba de camarero. Cuando la gente se percató de ellos, hasta se apagó la música y eso que no había d ...

general sin categoría

Las locas historias de Einn. Episodio 9. Einn, el poni y el alien Era mi último día de contrato en la feria. Había cargado la mini carreta tirada por Jonás, uno de los ponis de la atracción de feria que tenía un poni gemelo al que también le llamábamos Jonás. Les llamábamos los Jonas Brothers. Me encontraba yendo por el camino al campo, donde me disponía a verter los desechos producidos por los an ...

general mr. pángala y sus relatos

Tras un corto paseo que me llevó a cruzar tres tristes provincias decidí sentarme a descansar en un banco de un parque cercano a mi casa. No pude evitar percatarme de aquel tipo que me miraba fijamente. Al principio pensé que sería debido a que el paseo me estaba pasando factura con un pequeño calambre muscular que comenzaba en un gemelo y acababa en un tendón cercano a la nuca, y que me obligaba ...

general mr. pángala y sus relatos

Tras trabajar en un espacio confinado dentro del tunel y bajo gerencia china, Einn emprende una nueva vida laboral al aire libre. Con ustedes, Einn perroflauta: En vista de que mis ahorros menguaban a una velocidad que ni Fernando Alonso y de que el único trabajo del que había oferta era de Teleñeco, decidí mudarme de casa y no se me ocurrió otra cosa que la de hacerme okupa. Decidí invertir algo ...

general mr. pángala y sus relatos

Continuamos donde lo dejamos en el capítulo anterior. Tal y como dijeron los monjes, el lunes partimos hacia Tíbet. Tras muchas horas de avión y numerosas escalas llegamos por fin a Lhasa. El viaje me resulto bastante incómodo y todo por culpa de los monjes. Unas horas antes de nuestra partida desde España, decidí que acudiría a mi última jornada de trabajo ya que llevarme al monasterio un poco de ...