Hoy vengo con una entrada que me hace especial ilusión, por que es algo que hice este fin de semana y que me apetecía mucho tener.
Y es que por fin tengo especiero en la cocina. Se acabó el andar paseando de la cocina al trastero (donde también tengo la despensa) a buscar las especias por no tener donde colocarlas.
Y es que los pobres botes de especias han recorrido casi toda la cocina en busca de su lugar ideal. Pero su lugar ideal era un especiero en condiciones y no un cajón o un hueco en el armario donde tengo una pequeña despensa en la cocina.
Pero claro, tampoco me servía cualquier especiero de lo que están a la venta, por lo de siempre, o caros o feos...
Os cuento...
Hace un montón de tiempo (como un año o más) paseando por la calle me encontré con esto.
Lo cogí por que me gustó a primera vista. No sabía que iba a hacer con ello pero me gustaba.
Tanto me gustaba que después de tanto tiempo y dos indultos (casi lo tiro en un par de limpiezas del trastero) por fin ayer se me encendió la bombilla
Como veis servía para llevar 3 botellas (imagino que de vino, algún regalo)
Las botellas iban de pie, se metían los cuellos en el accesorio que se ve y se mantenían ahí colocadas. Y con un cordón como asa.
Lo primero que hice fue medir colocando algunos botes de muestra, y marcar donde quería que el estante.
Lo fijé con dos clavos a cada lado por delante y por detrás.
Aprovechando la alcayata donde coloco la percha para el recetario, otra más que puse al lado y haciendo uso de lo que en su día fue el asa para transportarlo, lo fijé en su lugar.
Y así de majo luce desde ayer en mi cocina.
Y esto es todo por hoy. Os deseo un feliz lunes y muy buena semana. Os dejo en compañía de Celine Dion y el tema "I"m alive"
El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino