"Se parece a un iPhone, a las aplicaciones", afirmaba el propio diseñador el día del desfile. Así dejaba patente la conexión entre los colores y tejidos unidos a través del ganchillo. A su vez, los cuadraditos se entrelazan y se pegan unos a otros en mochilas, cubrebotas o mangas extra largas.
En verdad, nunca nos hubiéramos imaginado el idilio entre el ganchillo y la tecnología. Pero nos gusta. Toda prenda handmade nos vuelve locas y mucho más, si se luce encima de una pasarela. ¿Os atrevéis a volver a lucir aquellas bufandas de grannies? ¿Y a forrar una mochila?
El crochet de JW Anderson en Londres
Bufanda, mangas y mochila de grannies
Cubrebotas de ganchillo