"calcetar es el nuevo yoga", eso decía ya hace unos añitos Charlotte en Sexo en Nueva York mientras calcetaba en un avión privado de camino a Atlantic City. Y habrá que hacerle caso, porque calcetar relaja tanto que podría hacer y deshacer la misma pieza cien veces. Son de esas cosas donde el proceso me gusta casi más que el resultado en sí :-).
Como yo soy soy de Manhattan, no aprendí a calcetar en aviones privados, pero como desde pequeña ya intuía que aquello me iba a gustar, le pedí a mi madre que me enseñase. Y lo hizo con toda la paciencia del mundo, y no puedo estar más agradecida, porque aunque las chaquetas o mantitas que tejí para mis muñecas no fuesen gran cosa y estuviesen llenas de nudos, calcetar, al igual que nadar o andar en bicicleta no se olvida y es coger de nuevo unas agujas y las manos van solas...
Si es que la lana es de esos objetos que tienen la capacidad de trasmitir ternura por sí sola. Por eso cuando esta navidad me regalaron esta lana tan gordita y tan gustosa, a punto estuvo de quedarse como decoración :-). Pero cuando empezó este frío furioso, no pude resistirme a empezar algo, y digo algo porque empecé sin ton ni son, sin tener claro que aquello iba a ser una bufanda o la funda de un cojín... Pero el frío furioso nos dio la solución, ni funda, ni bufanda, lo que necesitábamos era un cuello súper abrigoso para salir a la calle sin miedo a la congelación.
Evidentemente yo no soy experta en calceta y aunque ahora ya no me quedan puntos sueltos ni nudos como a los ocho años, reconozco que mis conocimientos sólo llegan a calcetar piezas rectas. Así que si sois principiantes como yo o nunca habéis calcetado, pero os tienta eso de coger un par de agujas, aquí os dejo un vídeo (mi primer vídeo, aviso, no seas muy exigentes!!) donde os enseño los pasos básicos para hacer punto liso, que es el que veis en la foto anterior y que realmente es mi preferido. ¿Alguien se anima???
Una vez que empiezas sólo tienes que seguir una vuelta del derecho, otra del revés hasta conseguir la medida que necesites (eso lo sabrás a base de pruebas, pero no exageréis porque la lana tiende a estirar, así que mejor que al principio quede ajustadito). Cuando tengas la medida, hay que sacar los puntos de la aguja, ¿no sabes cómo?? pues aquí te dejo otro vídeo (tampoco seáis exigentes con este...)
Para hacer este cuellos sólo necesitaréis lana madeja y media (de 100 gr.) de lana gordita y agujas acordes a la lana. Una vez que ya lo tienes fuera de las agujas sólo queda coser los extremos con una aguja de lana y la misma lana que has utilizado. Y ya tenemos cuellos así de amoroso y de paso sesión de fotos de mi hija:-). Que empezase a nevar justo cuando empezamos, fue todo un regalo :-)