una maceta
pintura de color dorado
pincel
un lápiz con goma incorporada
un cúter
Si vuestra maceta es de cemento, podéis empezar por darle una capa del color que más os guste y luego dejáis secar.
Si por el contrario está pintada empezamos por cortar con el cúter la goma del lápiz. He decidido hacer la forma de un triángulo aunque no quiero un efecto demasiado pulido, todo lo contrario, me apetece un efecto más bien descuidado.
Mojamos en la tapa de la pintura para no coger demasiada cantidad.
Probamos en una hoja de papel para no cargar demasiada pintura y empezamos a pintar la maceta.
Una vez pintamos todo, voy a pintar el borde de la maceta. El color oro está de moda en decoración y queda bastante bonito.
Y ahora sólo queda meter nuestra planta y ¡voilá!
A mi me chifla el resultado, me parece que va a ir genial en cualquier rinconcito de mi casa. ¿Os ha gustado? Contadme qué os ha parecido y hasta el próximo post. ¡¡Muaaaaasss!!