Llevaba tiempo dando vueltas a la posibilidad de no sólo enfocar las entradas del blog para customizar tu propia ropa y complementos, sino que entrar también en el mundo de las manualidades que tanto me apasionan.
Para empezar con esta nueva vertiente, y con el inicio de las clases de los más peques, se me ocurrió dar un giro a la típica pizarra, para que se pueda llevar a la calle y transportar de manera más cómoda.
Para ello necesitamos:
-Un lámina de imán del tamaño que más nos guste. (Se encuentran en muchas tiendas de manualidades y también por Internet)
-Tela impermeable.
-Tripa de pollo y lazos.
-Pegamento de contacto.
-Tijeras.
-Velcro.
-Regla.
-Rotulador.
Antes de empezar y como es una cuestión relacionada con los materiales, os recomiendo llevar la pizarra a la tienda de telas y así coger lo que necesitéis, en mi caso tuve suerte y en la sección de retales había uno que me encajaba a la perfección con el proyecto.
Lo primero que tenemos que hacer es cortar un pedazo de tela dejando 2 cm aproximadamente de margen para cubrir la parte trasera del imán y enmarcar la parte delantera de la pizarra. Una vez marcado y recortado pegamos el imán a la tela.
Mientras que se seca, vamos a dar forma a un bolsillo en el que guardaremos el bolígrafo de tiza líquida y los imanes. Recortamos un cuadrado que más o menos nos convenza, y uniremos los bordes con pegamento. Recortando un pedazo de la parte de arriba (Pero sólo de una cara de la tela), haremos la solapa con la que cerramos el bolsillo, con ayuda de una tira de velcro que pegamos en su lugar.
Como la pizarra ya estará seca, pasamos a decorarla con ayuda de la tripa de pollo, yo también añadí un lazo con un botón. También decoramos el bolsillo.
Una vez que estén bien secos todos los componentes, vamos a unir el bolsillo a la parte de atrás de la pizarra, hay que pegarlo a uno de los laterales para que no nos moleste a la hora de enrollar la pizarra. Entre el bolsillo y la pizarra, pondremos dos tiras de tripa de pollo, una más corta y otra algo más larga, para atar la pizarra cuando la enrollamos.
Y esto sería todo, solo hay que meter en el bolsillo lo necesario para que los más peques disfruten de esta manualidad.
Muchas gracias por leerme cada semana, es un verdadero placer.
Os animo a que me comenteis y me deis vuestras opiniones.
Un saludo, buena semana y ya sabéis...¡A CUSTOMIZAROS!