Materiales:
Candy melts de diferentes colores.
Mangas pasteleras o bolsas zip.
Globos.
Spray antiadherente para cocinar.
Cañitas o pinchos de madera.
Pinzas de la ropa.
Vasos de plástico más grande que los globos inflados.
Caramelos o bombones pequeños.
En primer lugar lo que hay que hacer es inflar los globos de un tamaño aproximado a los huevos reales. No se debe usar globos de agua porque son muy finos y se pueden romper con el calor del chocolate. Derretimos los diferentes candy melts.
Continuamos echando el chocolate derretido en las mangas pasteleras o en las bolsas zip y cortamos la punta. Trabajamos sobre el fregadero o una superficie que no importe manchar. Rociamos los globos con el spray antiadherente. Sujetamos el globo por la parte del nudo y vamos rociando el chocolate en todas las direcciones.
Dejamos secar, para ello colgamos con las pinzas los globos de las cañitas y las apoyamos en los vasos de plastico.
Cuando estén bien secos tenemos que desinflar los globos. Lo hacemos por la parte del nudo y después con cuidado extraemos el globo.
Si queremos que el huevo tenga caramelos en su interior tenemos que introducir los caramelos en el globo antes de inflarlos. En este caso cuando se extraiga el globo tendremos que tener paciencia porque costará más trabajo.
Una vez retiremos los globos del interior de los huevos ya habremos terminado. Solo nos falta ponerlos en una bandeja y disfrutar de ellos. Este DIY lo hemos visto aquí.
Si os ha gustado y no os queréis perder ninguna de nuestras novedades no olvidéis seguirnos en nuestra página de facebook.
Un beso, Eugenia.